Hispaliterario 41/ Los pepinos de mar y la concha que brilla

in Literatos2 months ago (edited)

Miguel, un niño de 12 años, delgado y con la piel morena de sol, camina por el sendero que lo conduce como todos los días a la playa solitaria "Lomas de sal". Va descalzo, sus pies se hunden en la arena fría, pues el sol aún no la ha calentado. Debe llegar temprano, antes de que ya no pueda encontrar lo que busca.

Allí, cerca de las piedras, el mar azul es tan claro que deja ver lo que vive en sus profundidades, pero dentro de unas horas todo habrá cambiado, y el niño de grandes ojos negros lo sabe. El mar sereno se transformará en un monstruo agitado y furioso que no permite que nadie entre ni salga de sus dominios.

Miguel va en búsqueda de los pepinos de mar que viven pegados a la húmeda superficie de las rocas, que las olas golpean con suavidad.

Pero ese día varias cosas iban a cambiar para su disgusto y asombro.

Mientras silbaba y le hablaba a Azabache, una perra mediana de orejas levantadas y pelaje color arena, se dio cuenta de que sobre las rocas había otro niño. Eso no le gusto y menos cuando vio que se lanzaba al mar.

Apresuró el paso y le dijo a su perra

—¡Corre Azabache! que ese niño seguro nos quiere quitar nuestros pepinos.

Llegaron a la roca y Miguel, sin pensarlo dos veces, se lanzó al mar, mientras Azabache se quedaba ladrando y mirando fijamente hacia el agua.

Bajo el agua, Miguel vio a una niña como de su edad separando con una cucharilla los pepinos de la oscura roca y los metía en un bolso tejido que llevaba al cuello.

Voy a esperar que salga a la superficie para hablar con ella. La niña volteó a verlo y le sonrió. Pero él no le respondió y le hizo señas para que subiera, ya sus pulmones se estaban quedando sin aire.

Llegó a la superficie y la buscó, pero no estaba.

¿Y esta niña como puede aguantar tanto tiempo bajo el agua?

Pasaron varios minutos y vio primero su largo cabello negro y luego sus ojos verdes emerger como una sirena del mar y la molestia que sentía se fue disipando.

Era hermosa y la sonrisa no se apartaba de su rostro quemado de sol.

—¡Hola! ¿Qué quieres?

Esa pregunta, aparentemente tan inocente, tuvo una entonación que a Miguel no le gustó. Me está retando, pensó.

—¡Esos pepinos que estás sacando del mar, son míos! ¡me pertenecen!

La niña abrió aún más los ojos

—¿Cómo que son tuyos? Te diré algo que deberías saber. Todo lo que está en el mar, le pertenece. Solo que a veces es bueno y nos deja sacarlos.

—Pues él deja que yo use este lugar, te puedes ir a otro lado. Mira y señalo la costa. Allá hay otras rocas donde puedes encontrar pepinos.

—¡Pues a mí me gusta este lugar! Y suavizando la voz le dijo. —Podemos compartirlo.

Miguel dudó frente a la ternura con que lo dijo. Pero él sabía que no alcanzaría para los dos. El mar pronto se transformaría y él los necesitaba para llevárselos a sus abuelos. Ellos los vendían en el mercado y eran el sustento de los tres.

—No podemos. Mira, todavía no he pescado ninguno y me queda poco tiempo. Y además mi abuelo me enseñó que no debo llevarlos todos, solo los necesarios. Hay que dejar que se reproduzcan.

—¡Mira!, acá tengo treinta, te puedo dar la mitad.

—Gracias, eres muy buena, —y en ese instante en que se sintió alegre por la generosidad de la niña, aprovechó de preguntarle algo que le había sorprendido.

—¿Cómo lograste mantenerte tanto tiempo bajo el agua? Entraste unos minutos antes que yo y saliste mucho después.

—¡Eso es un secreto!, —y le guiño un ojo

—Quiero saberlo.

—¡Vamos al agua!, te voy a mostrar.

Ambos se lanzaron al agua que, aunque todavía estaba cristalina, empezaba a agitarse un poco, creando espuma alrededor de la roca.

La niña sacó de su pantalón una concha marina cuyo nácar produjo un brillo de todos los colores.

—Este es un talismán, que el mar me regaló. Su brillo permite que pueda respirar bajo el mar. Acércate.

Miguel se aproximó lo más posible hasta que el brillo lo alcanzó. Y sintió que el aire entraba a sus pulmones. Era mágico.

—¿Dónde lo encontraste? ¡Yo quiero uno! Debe ser maravilloso estar bajo el mar y hasta podría vivir aquí.

—¿Qué dices? ¿Y qué sería de tus abuelos?

—Les llevaría todo lo que necesitan.

—Pero no estarías con ellos. Y ellos se pondrían tristes. Y además, todavía eres un niño.

—Y tú también lo eres.

—Pero yo nunca he pensado en vivir en el mar, solo me gusta estar acá un rato, disfrutar de él y luego regresar a mi casa.

Los niños estaban tan concentrados hablando, que no se dieron cuenta cómo el mar iba cambiando. La superficie se movía violentamente y los peces y otras criaturas se escondían bajo la arena del fondo marino o entre las piedras y corales.

—Tenemos que subir pronto, Miguel, el talismán está perdiendo su brillo.

Miguel se asustó, estaban a mucha profundidad. Les iba a llevar mucho tiempo hacerlo.

Tomó la mano de la niña y, con el poco brillo que aún tenía el talismán, comenzaron a nadar hacia la superficie moviendo los pies y los brazos con fuerza. Pero llegó un momento en que el brillo se apagó y cuando ya no podían más, lograron sacar sus cabezas y aspirar aire. Estaban tan cansados que no podían nadar y Miguel pensó que se ahogarían.

Pero el mar se sintió extrañamente conmovido por esos dos niños que querían estar con él y suavemente los fue llevando hasta la orilla y dejó sus cuerpos mojados sobre la arena.

Pero hizo algo más, dejó otra concha mágica sobre la mano de Miguel. Y es que, a pesar de tener sus momentos de furia, también es un solitario al que le gusta, cuando está tranquilo y de buen humor, que vengan a visitarlo.


enlace. Muchas gracias por leer.Esta es el cuento con el que participo en el concurso #41 de Hispaliterario. Invito a @rinconpoetico7 y a @annafenix a participar. Acá dejo el

Imágen creada en Canva con IA de uso libre.

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Sending you an Ecency curation vote!

Muchas gracias@melinda010100 y Ecency por el apoyo. ✨️
Saludos

It is my pleasure!
!INDEED

Un feliz dia para ustedes 😘🌷

@tipu curate 2

Muchas gracias @jesuspsoto.

Saludos 🤗

Diossss 🥹🥹 amé tu relato de principio a fin. Me absorbió por completo y viví toda la aventura de los niños, la humildad y los valores de ambos, y la bondad del mar como retribución a su amor. ♥️ Felicidades amiga... gracias por la invitación. Un abrazo inmenso. 🤗🌷


Desde la primera vez que lo vi me enamore del mar y disfrute escribiendo esta historia.Agradezco mucho tu comentario querida @annafenix. Me alegro leerlo y me encanta que te haya gustado.

Un abrazo y que este sea un dia maravilloso ✨️

Literatos-estatico.jpg

Esta publicación ha recibido el voto de Literatos, la comunidad de literatura en español en Hive y ha sido compartido en el blog de nuestra cuenta.

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Agradecida @es-literatos por el apoyo

Saludos 🤗


Suerte en el concurso!Hola @popurri ! Planteaste muy bien las cualidades humanas que, a veces por la agitada vida que tenemos se nos olvidan: la amistad y el compartir desde la inocencia del corazón.

Muchas gracias @katleya por tu bonito comentario. Me dio gusto leerlo.

Saludos 😘