La noche de Navidad es de ilusión y fantasia para los niños. La imaginación vuela y sus deseos escritos en un papel son llevados en las patitas de las pequeñas mariposas de alas de cristal desde el valle de las amapolas hasta las altas montañas coronadas de nieve.
El viaje es largo y tienen que pasar por varios obstáculos: las fuertes corrientes de aire que se forman entre las paredes de roca granitica de color gris, luego el peligroso pantano donde las libélulas y los sapos acechan para alimentarse de ellas y por último el frío glacial que congela sus alas. Pero ellas tienen una importante misión que cumplir y esto no las detiene. Algunas quedaran en el camino pero las otras seguiran.
En el cuarto en penumbra de la pequeña casita de bahareque Luis, Miguel y Mari escriben sus cartas. Alumbrado por una lámpara de aceite, las sombras juegan en la pared. La pequeña Mari de ocho años, muerde la punta del lápiz amarilllo mientras piensa que va a pedir esta vez. Ella duda si ese regalo pueda llegar a su casa, que está muy lejos, entre las montañas.
Luis el hermano mayor, ya está decidido pedira una pelota de futbol y unos zapatos mientras Miguel a quien le gusta pintar a pedido unas acuarelas y un cuaderno de dibujo.
¡Mari! ¿aún no has escrito la carta?
—No sé todavia que pedirle. —Se voltea a mirar a su hermano Miguel con sus ojos negros de largas pestañas.
—Solo tienes que preguntarle a tu corazón lo que deseas.
—Es que pienso que lo que quiero no me lo puede traer.
—Eso tu no lo sabes. Te puedo ayudar a dibujarlo.
—¡Si! me gustaria. Gracias Miguel.
Y los dos hermanos se sientan en la mesa de madera del comedor a dibujar el regalo de Mari.
Un rico olor a chocolate se esparce por la casa. En el fogon unos panes se calientan. La madre les pone mantequilla y un pedazo de queso para llevarlos a la mesa donde los niños y su esposo la esperan. Una escena familiar de paz y amor, una cena en unión. Afuera el viento sopla sobre las ventanas y sobre el techo, la noche ya invita al sueño.
—Hijos mañana es Navidad, un dia muy especial. Vamos a celebrar el nacimiento del niño Jesús. Debemos acostarnos temprano para esperar su llegada.
—Si padre, ya le estaba haciendo la carta, Miguel me ayudo a dibujar lo que quiero que me traiga. —La pequeña Mary está emocionada, la luz de la vela alumbra sus cachetes rojos.
—¡Que bién hija! ¿Y que le pediste?
—¡Es un secreto papá!, mañana lo veras. Ya puse la carta bajo el pino para que se la llevara.
Cuando los niños se van a dormir, el padre sale de la casa y va hasta el pino que esta al final del patio y alli busca la carta... pero no está.
Se va de nuevo a la casa y le dice a su esposa.
—¡Belén no consegui la carta!
—No te preocupes Julio, igual ya le hice una muñeca para regalarsela. Se la pondremos en el nacimiento junto a los creyones y el cuaderno de Miguel y la pelota y los zapatos de Luis que nos dio el padre Sebastían. Ellos estaran felices con sus regalos.
—Es que no quería que se decepcionara si no es lo que ella pidio.
En lo alto de la montaña las mariposas de alas de cristal están llegando con las últimas cartas. Su misión ya está cumplida. Volveran al valle con sus alas pintadas de colores a revolotear sobre las flores alimentandose del dulce néctar. Una recompensa a su esfuerzo.
Las primeras luces alumbran los campos mientras el canto de los gallos le da la bienvenida al nuevo día. El rocio escarchado hace brillar las hojas de las plantas de papa que crecen una al lado de la otra por obra del hombre.
Los niños se despiertan y corren al nacimiento que está en el centro de la sala pero Mary sabe que su regalo no está alli y corre a la puerta de la casa.
Su madre le dice
—¡Hija! ¿donde vas? ¿No vas a ver tu regalo?.
—Está alla afuera.
Los padres se quedan sorprendidos. Solo Miguel parece comprender lo que está sucediendo. Tiene una sonrisa en su cara arrebolada por el frio del páramo.
Un relincho rompe el silencio
—Les dije que está allá afuera.
Y Mary seguida de sus padres y hermanos salen a la fria mañana para encontrarse con el regalo que su hermano Miguel había dibujado.
Un caballo color miel con las crines y la cola de color crema y en la frente una estrella blanca.
—!Es igualito al que pedí! —Mary se acerca y el agacha la cabeza para que lo abrace.
El padre impresionado pero precavido le dice.
—Hija no sabemos de quién es este caballo. A lo mejor esta extraviado o se escapó de algún lugar.
Pero Mary no deja que su padre le quite la alegria que siente. Ella está segura de que es su regalo, el que pidio con tanta emoción, igual al que su hermano dibujo en su carta, con los colores que ella escogió. Es su sueño y se ha hecho realidad.
Los dias pasaron y nadie reclamó al caballito. Las mariposas revolotean sobre el y se paran en su lomo, en sus orejas, sobre su cola y su crin, adornando de colores amarillo, naranja, negro y rojo, el sueño de una niña que ayudaron a hacer realidad.
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¡Qué bonito! Ojalá todos pudiéramos hacer eso 💙, pintamos lo que deseamos y llega a nosotros tal cual lo pensamos. Hermoso cuento de navidad @popurri 🤗🤗. Saludos.
Hola @vezo.
Gracias por tu hermoso comentario.
Un abrazo y felíz noche ✨️
Me encantó el mensaje @popurri ! Los adultos olvidamos muchas cosas. Nos preocupamos por el futuro y, a veces no disfrutamos de los pequeños momentos que nos regala la vida. Lo difícil es creer...esa seguridad que tienen los niños cuando desean las cosas. Ellos simplemente imaginan y esperan que les llegue lo que están imaginando.
Quizás tengamos que volvernos niños otra vez para creer y disfrutar . La magia de la Navidad se hizo realidad!!!
#LOH
Muchas gracias querida amiga @katleya. Lo dijiste muy bién y ese es el espíritu navideño. Soñar, desear y creer y al mismo tiempo disfrutar de esos momentos en familia y con los amigos. Es la magia de la navidad. ✨️
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