Precisamente la historia que me había venido en mente, la inocencia de un niño al creer que al pintar los huevos también cambiará el color de los pollitos y luego me sorprendes con un razonamiento lógico bastante acertado.
"El que puede lo más, puede lo menos" luego, si el abuelo hizo algo más grave que yo, hay menos razón para que me reprenda.
Muy bien logrado.
Hola @saulos, muchas gracias por tu comentario.
Que bonita coincidencia, es que los pollitos de colores son recuerdos de la infancia, mi papá en una oportunidad me compro uno de color purpura y le puse de nombre "purpurita" , pero era macho y fue un gallo muy grande y todo blanco cuando crecio.
Feliz dia