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Si alguna vez escucharon acerca de los guerreros de terracota que correspondían al primer emperador Chino de la dinastía Qin, pueden entiendan de que va este pequeñísimo relato, porque los guerreros que aquí describo, aunque imaginarios, son muchos, son fuertes, y responden a los intereses de su emperador.
No tienen alma pero luchan por una causa: La lucha mental. Su objetivo es la gloria absoluta, pero las barreras que se auto imponen en el individuo hacen que sea más complicado librar una verdadera justa, pero ellas están ahí. Silenciosos, pero atentos.
Los guerreros sin alma luchan por la causa que se les asigna, y n0 saben si es correcta o incorrec6ta, ellos solo actúan, no bajo su propia conciencia, pero si bajo la de su emperador, que ansía totalmente obtener la victoria.
Permitan que les diga, que su lucha va más alla de los sentidos, y que quizá cada uno de esos poderosos seres, habiten y tengan su propia batalla dentro de sus mentes, sin temor a la muerte, porque aunque su batalla luzca superflua, si que puede causar estragos, o traer glorias, cuando las llevamos al mundo real.
Los guerreros sin alma pueden luchar por una causa injusta, o una verdadera causa noble, pero eso no lo sabremos, y no lo sabremos porque cuando reciben la orden, ellos simplemente escuchan, pero es la voz de su emperador, la que determina que camino han de tomar estas almas sedientas de acción, y no descansan hasta ver cumplida su misión, o morir en el intento.
Crear o destruir, eso no lo saben ellos, sencillamente acuden y escuchan las órdenes superiores, y por consecuencia construyen su pensamiento para cumplir sus objetivos. Así son ellos, esperando el momento perfecto a su llamado, que paradójicamente hablando a veces se hace sin la conciencia del emperador, que muchas veces sin estar al tanto, ya ha mandado a las tropas a la batalla.
La lucha es mental, para ser mostrada en la realidad. ]si los guerreros luchan por la causa más mortífera, esta será llevada al mundo real, o si por el contrario, luchan por la razón más noble, ese mensaje también se transmitirá. Su campo de batalla es el subconsciente, pero su meta esta allá afuera, o aquí, donde todos nos podemos ver y tocar.
Ellos no se entrenan, porque ya están preparados, pero si se condicionan, a en algún punto tener que cambiar sus objetivos, pero esa es la tarea más ardua, y que a veces roza lo imposible. Puedes cambiar tu objetivo, pero será complicado y requerirá una fortaleza mental enorme, cambiar el objetivo de tus guerreros sin alma.
Haz buen uso de su fuerza, e invócalos siempre a través de una causa que valga la pena, para así evitar problemas que no estés dispuesto a enfrentar, Ten en cuenta que ellos están ahí para ti, pero que tú debes estar allí para ellos, para que no se dirijan a un lugar sin salida, y terminen luchando en vano, o peor, por una causa que termine dañando sin sentido.
Usa tus guerreros con sapiencia, y asegurarás tu victoria.