"Entre sombras de la noche, los gemidos vencen sus propios miedos."
Gemidos nocturnos.
Ellos no tienen prisa,
están desesperados e incapaces de esperar más.
Quien los escucha, los odia y ama;
se convierten en simples fantasmas de caricias,
manoseando el precipicio de nuestros miedos.
Gimes con el tacto de las manos,
en los senos, territorios vírgenes bajo la ausencia de luz.
El reloj roto, convertido en testigo incansable,
nos arrastra a un mundo sin sueño,
donde los gritos mudos caen y se desvanecen.
Siempre conspiras,
pero, al fin y al cabo, nos gustan sus sonidos intensos.
Llevándonos al filo, donde los gritos se hacen mudos,
sin saber lo que sientes:
reír o llorar.
Bañas tu cuerpo con gestos oblicuos,
y, sudorosa, gritas en un idioma callado,
cuya mudez sabe a madrugada.
Nos gusta percibir lo que no se dice,
como si cada suspiro fuese una promesa final.
Al amanecer, solo quedan los gemidos,
el reloj roto, y un ambiente arañado por la noche.
Nos miramos al espejo
y se repiten de nuevo esos gritos delirantes,
como tonada de una herida que no quisiéramos olvidar.
Jorge Rodríguez Medina(@siondaba)
English Version
"Among the shadows of the night, moans conquer their own fears."
Nocturnal Moans.
They are in no hurry,
they are desperate and unable to wait any longer.
Whoever hears them, both hates and loves them;
they become mere ghosts of caresses,
groping the edge of our fears.
You moan at the touch of hands,
on breasts, virgin territories beneath the absence of light.
The broken clock, turned into a tireless witness,
pulls us into a sleepless world,
where mute cries fall and fade away.
You always conspire,
but, in the end, we like their intense sounds.
Taking us to the edge, where cries become mute,
without knowing what you feel:
to laugh or to cry.
You bathe your body in oblique gestures,
and, sweaty, you scream in a silent language,
whose muteness tastes like dawn.
We like to sense what remains unsaid,
as if every sigh were a final promise.
At dawn, only the moans remain,
the broken clock, and an atmosphere scratched by the night.
We look at ourselves in the mirror,
and those delirious cries echo once more,
like the melody of a wound we don’t want to forget.
Jorge Rodríguez Medina(@siondaba)
Saludos hermano. Estoy retomando mis andanzas en el área poética. Me agrada estar vinculado a C/ Literatos. Aqui estoy observando la pasión que transpiran los versos de los actores que aquí bregan. Me siento identificado con su poema, ya que, en otras instancias he plasmado discursos afines. Congratulations!
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