Ramón aprendió que la verdadera belleza,
no reside en la apariencia, sino en el corazón,
en el coraje de hacer lo correcto,
y en la fuerza de amar sin condición.
Estas palabras en particular hacen justicia a la frase Nunca juzgues un libro por su portada. Las apariencias engañan, y muchísimas veces uno termina decepcionado, pues no siempre se llega a conocer a la gente en su totalidad hasta que empiezas a convivir con ellas.
Me encantó el relato, mi estimado @mc5punk; ¡muchas gracias, además, por la invitación! Espero no llegar tarde a la dinámica. ¡Saludos y excelente semana!
Así es, no hay que juzgar a nadie sino hasta se le conozca como tal. Y
ojalá puedas participar en la dinámica, mi queridísima @vickaboleyn . Te mando un fuerte abrazo 🤗