I will begin with the ending because I must confess that what I liked most about this novel was the denouement. Masterful how Milady de Winter (the demon made woman) took possession of poor Felton, her jailer, whom she managed at her whim thanks to her physical beauty, her intelligence and wit; an exquisite case of seduction, worked with the sweat of intelligence, and which caused the boy to file the prison bars to free her, to take her out of England and to put the knife of revenge in the neck of Buckingham, the enemy who was waging war on France at that time.
what follows is a complement to what this woman dragged with her diabolical actions; the persecution by her brother-in-law and the four musketeers who finally decapitate her; all this last part is worth for the novel that begins slowly, sometimes predictable, but that reserves the best for the last pages because it creates a tension that excites and anguishes, that makes one imagine at times that evil will triumph, that the world will be mocked; And suddenly the narrative resources come out and in an elegant way the narrator amends the fiction and one is satisfied not only as a reader, but also as a spectator who has sat down to contemplate what the author tells us in his work.
I confess that I expected more exploits on the part of the musketeers, it must be because the cinema sells one the idea of action from beginning to end; but, I repeat, I am satisfied with this reading that I do not rule out reading again at any time because thanks to the reading I have awakened; because I must confess that I was asleep, like the rock to which the waves do not hit, and I presume that before I was good matter, but I know that now I am more so because the waves of words woke me up, and when the books threw me into the sea, I knew that I could reach new shores, that I was in time to be me, free, forever reading.
![](https://images.hive.blog/768x0/https://images.ecency.com/DQmbmVgQxEDj7G2NvTHYR5Q9ED9DEBSFov71T1noohs2G1a/como_en_el_cielo_los_luceros_solo_en_el_fuego_dos_cuerpos_son_eternos_aunque_fugaz_la_eternidad_instant_nea_los_atrapa_los_calcina_hermosamente_largos_en_las_s_banas_los_congela_intensamente_.jpg)
Voy a comenzar por el final porque he de confesar que lo que más me gustó de esta novela fue el desenlace. Magistral como Milady de Winter (el demonio hecho mujer) se apoderó del pobre Felton, su carcelero, a quien manejó a su antojo gracias a su belleza física, a su inteligencia e ingenio; un caso exquisito de seducción, trabajado con el sudor de la inteligencia, y que provocó que el chico limara los barrotes de la prisión para liberarla, que la sacara de Inglaterra y que pusiera en el cuello de Buckingham, el enemigo que le estaba haciendo la guerra a Francia en esa época, el cuchillo de la venganza.
Lo que sigue después es complemento de lo que esta mujer arrastró con sus diabólicas acciones; la persecución por parte de su cuñado y de los cuatro mosqueteros que finalmente la decapitan; toda esta última parte vale por la novela que comienza lenta, a veces predecible, pero que se reserva lo mejor para las últimas páginas porque crea una tensión que excita y angustia, que hace imaginar por momentos que la maldad triunfará, que el mundo será burlado; y de pronto salen los recursos narrativos y de manera elegante el narrador enmienda la ficción y uno queda conforme no sólo como lector, sino como espectador que se ha sentado a contemplar lo que nos dice el autor en su obra.
Confieso que esperaba más hazañas por parte de los mosqueteros, ha de ser porque el cine le vende a uno la idea de la acción desde el principio hasta el final; pero, repito, quedo conforme con esta lectura que no descarto volver a leer en cualquier momento porque gracias a la lectura he despertado; porque he de confesar que estaba dormido, como la roca a la que no chocan las olas y presumo que antes era buena materia, pero sé que ahora lo soy más porque las olas de las palabras me despertaron, y cuando los libros me lanzaron al mar, supe que podía alcanzar nuevas orillas, que estaba a tiempo de ser yo, libre, hasta siempre leyendo.
Hola, @jesupsoto.
Celebro que la lectura te haya despertado. Sabes, de vez en cuando yo también me adormezco. Quizás, con más frecuencia de lo que quisiera. Pero como bien dices, la lectura es un antídoto para la modorra intelectual. De esta obra de Dumas, confieso, solo tengo referencias fílmicas. Así que, entra en el canon de mis pendientes.
Saludos.
Mi estimado amigo y seguidor, gracias por tus palabras.
@tipu curate 8
Upvoted 👌 (Mana: 0/75) Liquid rewards.