COMUNICACIÓN SIN TABÚES CON NUESTROS HIJOS

in Hive Book Club2 months ago

Alguien dijo: Los hijos se parecen más a su tiempo que a sus padres. ¿Será cierto?
Se me ocurre comenzar esta temática, con una pregunta. ¿Cuándo fuiste adolescente, tus padres te educaron para tener tu primera relación sexual?
¡Ojalá que sí!, pero me parece que si ya pasas de los 35 años me temo que no, y si tiene más de 40 como yo, mucho menos.
Sabes qué pasa, que tampoco nuestros padres fueron educados para abordar con sus hijos temas como este, “aparentemente sensibles”. Sin embargo, de alguna forma u otra, todos hemos sido educados o tal vez influenciados para que, una vez que seamos adultos, vivamos en pareja y procrear como Dios manda.
Solo un porciento poblacional muy reducido, teniendo en cuenta la idiosincrasia nacional, recibió quizás alguna información previa antes de su primera experiencia sexual; pero no todos tuvimos ese privilegio. ¿Lo tuviste tú?
Tal vez tú, al igual que yo, seas padre, con hijos adolescentes o jóvenes adultos; o quizás eres un profesional del magisterio. Pero en cualquiera de los casos, a muchos padres les resulta un tanto incómodo hablar de sexo con sus hijos, sobre todo de sexualidad explícita, (me refiero a penes y vagina). En ocasiones, solo se conversa con el joven acerca de la protección que deben utilizar para evitar enfermedades venéreas o embarazos no deseados.
Pocas veces se logra profundizar en el asunto, dejando que otros hagan por nosotros esa tarea, ya sea un profesor o simplemente cualquier amigo de nuestros hijos. ¿Crees que estamos haciendo lo correcto como padres o estamos jugando el juego equivocado?
Desde mi opinión como madre y profesora, considero que es un error en la educación de nuestros hijos, no brindarles las herramientas necesarias para que ellos asuman, desde edad temprana, una sexualidad responsable, dejando esa tarea a terceros, como bien dije anteriormente.
En los tiempos actuales, toda esa información que nos han venido debiendo nuestros antepasados acerca del sexo, no debería ser un tabú ancestral en la comunicación con nuestros jóvenes. Hoy podemos platicar con ellos sin prejuicios de cualquier tema, siempre y cuando seamos capaces, como adultos, de abrir nuestra mente y respetar las decisiones que ellos determinen, de forma consciente y responsable, acerca de su sexualidad individual.
Así estaríamos rompiendo, como generación, con ese cordón umbilical que aún nos mantiene atados a ciertos tabúes considerados “inmorales”. ¡A mi juicio, estas son las buenas nuevas en lo que se refiere a este asunto!
¿Pero realmente estamos preparados, como padres, para intercambiar con nuestros hijos información sobre su sexualidad?
A veces sucede que a los más jóvenes de la casa les gustaría conversar con los adultos, ya sean sus padres, abuelos u otros parientes, sobre sus experiencias vividas en cuanto a sexo explícito, pero ellos intuyen, que ese tema no va a ser bien recibido y más, si pertenecen a familias ultraconservadoras que no aceptan nada, que no se corresponda con los patrones morales establecidos, aun cuando exista entre ellos una comunicación adecuada.
Bueno, aquí tenemos mucha tela por donde cortar. Como dije al principio, los hijos se parecen más a su tiempo que a sus padres, pero hay algo que nos identifica y que no debería cambiar con las generaciones: me refiero al respeto que le debemos a nuestros progenitores. Pero esto no quiere decir que no podamos tener con nuestros jóvenes, conversaciones civilizadas sobre sexo o sexualidad…
De hecho, estoy de acuerdo como madre con que deberíamos establecer con nuestros hijos desde que nacen, un puente de comunicación sin restricciones, siempre y cuando seamos capaces de establecer límites en cuanto al respeto que nos debemos de ambas partes, y no interferir, irrespetuosamente, en las decisiones que ellos decidan tomar en cuanto a su sexualidad, para que ellos tampoco asuman el derecho de cuestionar la nuestra. Así estaríamos estableciendo una verdadera democracia familiar, ya que de otro modo sería: (Haz lo que yo digo, y no hagas lo que yo hago).
Pero me temo que muchos padres (y no quiero generalizar), no estemos verdaderamente preparados para cumplir con las exigencias que demanda el arte de escuchar y mucho menos de aceptar, cualquier decisión tomada por ellos sin antes hacer prevalecer la nuestra como autoridad, sobre todo si no han alcanzado la mayoría de edad y aún son mantenidos económicamente por sus padres.
Tal vez estés pensando que ya hoy en día no hace falta hablar con los jóvenes de la casa de cómo y cuándo deben tener su primera relación sexual, ya que existe la internet y a través de la misma se puede obtener toda la información que uno desee acerca de cualquier tema. ¡Y eso es cierto!
Pero respóndete esta pregunta con honestidad. ¿Sabes a qué edad y cómo fue la primera relación sexual de tu hijo (a)? ¿Respetas las decisiones de tus hijos aun cuando te parezcan extravagantes o un tanto inmorales?
Las respuestas a estas preguntas te las dejo de tarea….

Carmen Tamara