De la mano de Excilia (Vers Esp/Ing)


No siempre fui adicta a la lectura, pero sí a los libros y claro, una cosa llevó a la otra. Tuve libros, revistas, aunque honestamente no era de leerlos completamente, confieso que a veces me desesperaba leer y hoy aún soy así, a pesar de mi profesión de profesora de Español-Literatura.

Mi vecino, Francisco, tenía un amplio librero en el que yo andaba a diestra y siniestra. Allí vi por primera vez, en una bella edición, encuadernada en blanco y negro, el libro La Noche de Excilia Saldaña, escritora cubana llena de sabiduría y ternura.

Mientras lo leía, me acompañaba su curiosa nieta. El río susurraba a mi alrededor y creía ser el puente, y Mayito me regalaba un espacio en la casa que hicieron sin ventanas ni puertas.

Es un libro que hoy guardo no solo en mis recuerdos, sino que me acompaña al aula porque encierra maravillosos mensajes que deseo regalarles a mis estudiantes y a los que lean este post.

En este diálogo de la niña y su abuela, el que puede durar toda una vida, despiertan recuerdos y se puntualizan percepciones de un modo muy objetivo. La Noche es mucho más que un libro encaminado hacia los niños y adolescentes, tiene profundas reflexiones que conquistan el espíritu de los lectores maduros.

Y es así, durante todo el recorrido literario nos deja un rico sabor cubano, a niño, a cariño y a canto diseñado para aprender.

Quiero ejemplificar con algunos de sus momentos, aquellos que siempre releo y marco, y vuelvo a marcar porque no los quiero perder de vista, porque habla de sentimientos buenos y malos, y da consejos que traspasan las barreras de las razas, los idiomas y la región en que vivimos todos:

-“¿Dónde vive Egoísmo?
-En casa de Soledad.
-¿Y dónde vive Bondad?
-Dentro de uno mismo.”

Pues así se quedan los que no comparten sus risas y llantos, los que no saben ayudar a los demás, los que no acarician la magia de vivir soñando.

-“Abuela, ¿qué es la patria?
-Una forma en el mapa no le basta. Ni el escudo, ni el himno, ni la bandera. Es la tierra y la luz y la lengua y los muertos y los vivos y el poema que aprendimos de niños en la escuela… Es tu país, tu ciudad, tu barrio, tu calle, tu casa, tu sillón, tu cama, tu mesa. La patria también es luchar por la humanidad entera.”

Realmente es eso la patria que nos acoge: el idioma que nos identifica, por donde caminamos con nuestros amigos y la familia que amamos, y el beso que no dimos.

-“Abuela, ¿es cierto que hubo un par de hermanos que lanzaron migas al viento, se las comieron los pájaros y perdieron el regreso? ¿Es cierto que en el bosque se quedaron, huérfanos de hogar y techo? Nadie que ha tenido hogar puede perderlo. El hogar no es la casa ni los muebles que hay dentro; desde cualquier parte del mundo se llega en un momento: Es el sol de su patio, las noches de invierno, una sonrisa, un regaño; agua, pan, lecho. El hogar está dentro de uno, su llama arde en el pecho.”

Efectivamente, así les sucedió a Hansel y Gretel. En el mundo hay muchos de esos hermanos, cruelmente alejados de sus padres, por muchas razones. Por esos todavía hay que luchar. El hogar es sagrado; nada material lo sustituye, y lo deja con una claridad suprema: casa y hogar son incomparables.

Y si hablamos del valor de la amistad, que en estos tiempos convulsos también puede carecer de valores, tenemos este fragmento hermoso:

-“Tú que dices que ves a Mario Ernesto, tú que me cuentas de Mayito, no te olvides de enseñarle el valor de un amigo. Un amigo tiene lo que te falta, y aun lo que no tiene lo comparte contigo.
Es el que te brinda su vida, el que te da su abrigo, el que te señala el error, el que te habla en un solo sentido, el que te da su alegría y quiere suyo tu castigo. El que no lo impone la sangre, sino la fuerza del cariño.
-Abuela, amiga mía, haré una casa sin ventanas, ni puertas; sin paredes, ni techos; sin cerrojos, ni olvido, para que en ella quepan todos mis amigos y los amigos de Mayito.”

Así, les dejo una linda oportunidad para conocer a Excilia, para hacerla nuestra, para significar el mundo que advirtió y enamoró con entusiasmo. Nos proporcionó una obra muy valiosa que trasciende el tiempo y que queda en miles de corazones de una manera permanente como la excelente literatura cubana, que se queda para siempre.

-“¡Qué bella eres, abuela, ni el tiempo ni las lluvias podrán borrar, en mí, tu huella!”

By the hand of Excilia

I was not always addicted to reading, but I was addicted to books and of course, one thing led to another. I had books, magazines, although honestly I was not one to read them completely. I confess that sometimes I was desperate to read and today I am still like that, despite my profession as a Spanish Literature teacher.

My neighbor, Francisco had a large bookcase where I wandered left and right. There I saw for the first time, in a beautiful edition, bound in black and white, the book La Noche by Excilia Saldaña, a Cuban writer full of wisdom and tenderness.

While I was reading it, I was accompanied by his curious granddaughter. The river whispered around me and I thought I was the bridge and Mayito gave me a space in the house they made without windows or doors.

It is a book that I keep today not only in my memories, but that accompanies me to the classroom because it contains wonderful messages that I wish to give to my students and to those who read this post.

In this dialogue between the girl and her grandmother, which can last a lifetime, memories are awakened and perceptions are pointed out in a very objective way. La Noche is much more than a book aimed at children and adolescents, it has profound reflections that conquer the spirit of mature readers.

And so throughout the literary journey it leaves us with a rich Cuban flavor, of child, of affection and of a song designed for learning. I want to exemplify with some of its moments, those that I always reread and mark, and I mark them again because I do not want to lose sight of them, because it speaks of good and bad feelings, and gives advice that crosses the barriers of race, language and the region in which we all live:

-“Where does Egoism live?
-At Soledad's house.
-And where does Kindness live?
-Within oneself.”
Well, that is how those who do not share their laughter and tears, those who do not know how to help others, those who do not caress the magic of living dreaming, remain.

-“Grandma, what is the homeland?”
-A shape on the map is not enough. Neither the coat of arms, nor the anthem, nor the flag. It is the land and the light and the language and the dead and the living and the poem we learned as children at school… It is your country, your city, your neighborhood, your street, your house, your chair, your bed, your table. The homeland is also fighting for all of humanity.”

That is really what the homeland that welcomes us is: the language that identifies us, where we walk with our friends and the family we love, and the kiss we did not give.

-“Grandma, is it true that there were a couple of brothers who threw crumbs to the wind, the birds ate them and they missed the way back? Is it true that they were left in the forest, orphaned of home and shelter?
-No one who has had a home can lose it. Home is not the house or the furniture inside; you can get there in a moment from anywhere in the world: It is the sun in your yard, the winter nights, a smile, a scolding; water, bread, a bed. Home is inside you, its flame burns in your chest.”

Indeed, that is what happened to Hansel and Gretel. There are many of these siblings in the world, cruelly separated from their parents, for many reasons. For those we still have to fight. Home is sacred; nothing material replaces it, and it leaves it with supreme clarity: house and home are incomparable.

And if we talk about the value of friendship, which in these turbulent times can also lack values, we have this beautiful fragment:
-“You who say that you see Mario Ernesto, you who tell me about Mayito, do not forget to teach him the value of a friend. A friend has what you lack, and even what he doesn't have he shares with you. He is the one who gives you his life, the one who gives you his shelter, the one who points out your mistake, the one who speaks to you in one sense, the one who gives you his joy and wants your punishment to be his own. The one who is not imposed by blood, but by the force of love.
-Grandma, my friend, I will make a house without windows, or doors; without walls, or roofs; without locks, or forgetfulness, so that all my friends and Mayito's friends can fit in it."

Thus, I leave you a beautiful opportunity to get to know Excilia, to make her ours, to signify the world that she warned about and enamored with with enthusiasm. She gave us a very valuable work that transcends time and that remains in thousands of hearts in a permanent way like the excellent Cuban literature, which remains forever.

-"How beautiful you are, Grandma, neither time nor rain can erase your mark on me!"

Nota: Imágenes tomadas de images.google.com y de Pexels (pexels.com)
Note: Images taken from images.google.com and Pexels (pexels.com)

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Muchas gracias

Conocí a Excilia Saldaña ya de adulta a través de su libro La noche, y fue increible la conexión instantánea que tuvimos.
Que preciosa manera de relacionar la prosa y la poesía.De mostrar ese cariño inmenso por una abuela que parecía su hada madrina, cuánta sabiduría en un pequeño libro.
No sé porqué no está en los programas de estudios de los niños de primaria y secundaria básica...¿lo está?
Esta autora es una de nuestras joyas más preciadas y la conocí de pura casualidad.
Gracias por traerla a Hive.

Gracias una belleza cultural en realidad

Es un libro muy valioso, portador de muchas enseñanzas. En mi trayectoria lo utilicé mucho, tanto en clases como en temarios para concursos, etc. Saludos.