Hace unos días escribí un texto comentando algunos fragmentos del libro La Noche de Excilia Saldaña. Pero tengo, por deseo, exponer un “retazo americano” de la obra Espejos de Eduardo Galeano, uno de los que me hicieron amar desde siempre por su justicia y entrega incondicional al continente americano; mezcla de sangre y fuerza.
Galeano nos preparó, a los que gustamos de sus “abrazos”, para apreciar sus “peligrosas aseveraciones”. Nos ha dejado en el asombro, en el susto o en el temor de escuchar y decir.
Nuestro país, en el 2012, tuvo la oportunidad, desde el punto de vista cultural, que nos visitara este grande de las letras uruguayas, en su Casa de las Américas, ocasión en que conmocionó a todos, como siempre, con su peculiar lectura de los casi 600 relatos que es su libro Espejos.
Como él mismo afirmara: es una “historia casi universal” y comienza así:
Es un libro que atesoro, desde el instante en que fue mío y dejó de pertenecer a una impersonal librería de donde saldría para atraparme entre el pasado y un futuro, lleno de dolores ajenos.
El libro, -confiesa el hombre de verdades incómodas -, está escrito para contar cosas, contar historias que le ocurrieron "a los que no salieron en la foto", a los que fueron excluidos por la historia oficial: las mujeres, los negros, los indios… los árabes. “Es gente que tiene una enorme historia, pero que no se sabe que ha ocurrido”.
Mi amiga Liliana, a quien quiero con el corazón, mi gran amiga de los tantos años, en las buenas y en las malas, me lo dedicó.
Voy a comentar algunas partes que he elegido siempre, porque guardan una estrecha relación con la asignatura que imparto hace muchos años en la Universidad de Pinar del Río, y lógicamente, con el idioma español, ese que nos identifica como americanos y como cubanos, y que nació en un rincón de Castilla la Vieja, allá en la “civilizada España”.
El Diablo es indio
“La conquista de América fue una larga y dura tarea de exorcismo”.
Creo que la naturaleza americana fue digna de nuestros aborígenes antepasados, y digo aborígenes, porque decir indios es nuevamente incurrir en ese error histórico que se cometió, por uno de los personajes de este libro que llegó por casualidad y en busca de riquezas; esta atroz conquista aplastó esperanzas y patrimonios auténticos.
Colón
“Desafiando la furia de los vientos y el hambre de los monstruos devoradores de barcos, el almirante Cristóbal Colón se echó a la mar".
Él no descubrió América… Un siglo antes habían llegado los polinesios… trescientos siglos antes que todos, habían llegado los más antiguos pobladores de estas tierras, a quienes Colón llamó indios creyendo que había entrado al Oriente por la puerta de atrás. (Espejos, p.108)
Caras
“Las carabelas habían partido del puerto de Palos, al rumbo de las aves que volaban hacia la nada. Cuatro siglos y medio después del primer viaje, Daniel Vázquez Díaz pintó las paredes del monasterio de la Rábida, pegado al puerto, para rendir homenaje al Descubrimiento de América”. (Espejos, 109)
Este rico suelo ya estaba descubierto, aunque no ante los ojos del “mundo civilizado”, donde se recuerda la obra Facundo, de Domingo Sarmiento, desde la dicotomía civilización y barbarie en Argentina; de forma similar en esta conquista se había traído civilización (identificada con la ciudad y el progreso) y la barbarie (con la falta de cultura o civilidad); en realidad todo al revés, como el mundo de Galeano.
Los “nuestros”, los bárbaros, mostraron gentileza y amabilidad con la llegada de sus exterminadores, capaces de cambiar palabras que dominamos hoy con sangre; fueron doblegados por la corona española, doblegados por el catolicismo y por la unión de Isabel y Fernando en un ardid por echar de una vez el reducto musulmán que quedaba en España.
Americanos
“Cuenta la historia oficial que Vasco Núñez de Balboa fue el primer hombre que vio, desde una cumbre de Panamá, los dos océanos. Los que allí vivían, ¿eran ciegos? ... Los que allí vivían, ¿eran mudos?" (Espejos, 122-123)
Los que habían vivido toda una vida en estas ricas tierras, no se habían “percatado de esta verdad”, los ilustrados sí; americanos verdaderos, los que cuidaron de esta “América bárbara”.
Con su dominación impusieron su cultura y su idioma español, que es hoy nuestra lengua materna con más de 4 millones de habitantes en el planeta, la que una vez estuvo de moda en Europa.
Las otras armas
... "Además, los conquistadores atacaban con armas que América no conocía". (Espejos, 125)
Esto y más había sido en verdad la conquista de América, un continente devastado por “almas hambrientas” que provenían de tantos lugares de España, gente que los llamó “salvajes”, pero en realidad los verdaderos “salvajes” fueron ellos.
Y entonces, para “descubrir” lo que había sucedido de manera feroz en esta tierra hermosa que ojos humanos vieron, citó:
Martí
"(...) se llamaba José Martí. Era hijo de españoles, el más cubano de los cubanos, el que denunció:-Éramos una máscara, con los calzones de Inglaterra, el chaleco parisiense, el chaquetón de Norteamérica y la montera de España.
Y repudió la falsa erudición llamada Civilización, y exigió:
-Basta de togas y de charreteras, y comprobó:
-Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz". (Espejos, 229-230)
Es este un libro que, si bien va, de un lado a otro del mundo, es un contraste geográfico, un facilitador de la historia de la civilización desde sus orígenes hasta la actualidad.
Se disiente entre la música, el racismo, la literatura, entre otros dilemas, el hambre y la violencia son algunos de los temas que conforman estas páginas, tratados con una exquisita ironía, y un humor que enlaza lo cotidiano con lo extraordinario.
Gracias por su lectura a través de la historia americana.
Our destiny: almost universal
A few days ago I wrote a text commenting on some fragments of the book La Noche by Excilia Saldaña. But I have, out of desire, to expose an “American fragment” of the work Espejos by Eduardo Galeano, one of those that made me love from always for its justice and unconditional dedication to the American continent; a mixture of blood and strength.
Galeano prepared us, those of us who like his “embraces”, to appreciate his “dangerous assertions”. He has left us in amazement, in fear or in the fear of listening and speaking.
Our country, in 2012, had the opportunity, from the cultural point of view, to be visited by this great of Uruguayan letters, in his House of the Americas, occasion in which he shocked everyone, as always, with his peculiar reading of the almost 600 stories that are his book Espejos.
As he himself stated: it is an “almost universal story” and it begins like this:
It is a book that I treasure, from the moment it was mine and stopped belonging to an impersonal bookstore from which it would leave to trap me between the past and a future, full of other people's pains.
The book, -confesses the man of uncomfortable truths-, is written to tell things, to tell stories that happened "to those who did not appear in the photo", to those who were excluded by official history: women, blacks, Indians... Arabs. "They are people who have an enormous history, but we do not know what happened."
My friend Liliana, whom I love with all my heart, my great friend of so many years, in good times and bad, dedicated it to me.
I am going to comment on some parts that I have always chosen, because they have a close relationship with the subject that I have been teaching for many years at the University of Pinar del Río, and logically, with the Spanish language, the one that identifies us as Americans and as Cubans, and that was born in a corner of Old Castile, back in “civilized Spain.”
The Devil is an Indian
“The conquest of America was a long and hard task of exorcism.”
I think that american nature was worthy of our aboriginal ancestors, and I say aboriginals, because to say Indians is to once again incur in that historical error that was committed by one of the characters in this book who arrived by chance and in search of riches; this atrocious conquest crushed hopes and authentic heritage.
Columbus
“Defying the fury of the winds and the hunger of the ship-devouring monsters, Admiral Christopher Columbus set out to sea".
He did not discover America… A century before, the Polynesians had arrived… three hundred centuries before all of them, the oldest inhabitants of these lands had arrived, whom Columbus called Indians, believing that he had entered the East through the back door". (Mirrors, p. 108)
Faces
“The caravels had left the port of Palos, following the birds that flew towards nothing. Four and a half centuries after the first voyage, Daniel Vázquez Díaz painted the walls of the monastery of La Rábida, next to the port, to pay tribute to the Discovery of America.” (Mirrors, 109)
This rich soil was already discovered, although not in the eyes of the “civilized world,” where Domingo Sarmiento’s work Facundo is remembered, from the dichotomy of civilization and barbarism in Argentina; in a similar way, this conquest had brought civilization (identified with the city and progress) and barbarism (with the lack of culture or civility); in reality everything was the other way around, like Galeano’s world.
“Our people,” the barbarians, showed kindness and kindness with the arrival of their exterminators, capable of changing words that we master today with blood; they were subdued by the Spanish crown, subdued by Catholicism and by the union of Isabel and Fernando in a ruse to once and for all expel the Muslim stronghold that remained in Spain.
Americans
“The official story goes that Vasco Núñez de Balboa was the first man to see, from a summit in Panama, the two oceans. Were those who lived there blind? Were those who lived there mute?" (Mirrors, 122-123)
Those who had lived their whole lives in these rich lands had not “realized this truth,” but the enlightened ones had; true Americans, those who cared for this “barbaric America.”
With their domination they imposed their culture and their Spanish language, which is today our mother tongue with more than 4 million inhabitants on the planet, which was once fashionable in Europe.
The other weapons
... In addition, the conquistadors attacked with weapons that America did not know. (Mirrors, 125)
This and more had been the true conquest of America, a continent devastated by “hungry souls” who came from so many places in Spain, people who called them “savages,” but in reality the real “savages” were them.
And then, to “discover” what had happened so ferociously in this beautiful land that human eyes saw, he quoted:
Martí
"(...) His name was José Martí. He was the son of Spaniards, the most Cuban of Cubans, the one who denounced: -We were a mask, with the breeches of England, the Parisian vest, the jacket of North America and the cap of Spain.
And he repudiated the false erudition called Civilization, and demanded: -Enough of togas and epaulettes, and confirmed: -All the glory of the world fits in a grain of corn". (Mirrors, 229-230)
This is a book that, although it goes from one side of the world to the other, is a geographical contrast, a facilitator of the history of civilization from its origins to the present.
There is disagreement between music, racism, literature, among other dilemmas, hunger and violence are some of the themes that make up these pages, treated with exquisite irony, and a humor that links the everyday with the extraordinary.
Thank you for reading through American history.
Fotos tomada con mi Xiaomi Redmi 9
Corregido por Lenguje Tool
Traducido por traductor deepl
Photos taken with My Xiaomi Redmi 9
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Translated whit deelp traductor
Los libros son tesoros de conocimiento, entretenimiento, los mejores amigos para todo aquel que, gusta de perderse entre sus páginas. Es una lastima que con tanta tecnología la generación que sigue ni siquiera sepa que es un libro 📖. Espero que eso no suceda.
Es cierto jajaja muchas gracias por leerme