Y la felicidad se hacía presente en la pareja de jóvenes enamorados, luego del encuentro llegaba la conversación, en primer lugar, sobre el liceo , las clases, los exámenes y empezaba a soñar con aquella chica, que veía como mi futura esposa; la ciudad ideal para vivir, como la casa que nos gustaría, los hijos que vendrían en el futuro, el vehículo que nos gustaría, lugares a donde viajaríamos.
Esta eran mis encuentros con la chica que fue mi PRIMER AMOR, aquello se inició en el liceo, a la edad de catorce años los dos; algo bonito que fue creciendo, en contra de los padres de ella, que no estaban de acuerdo con aquel noviazgo; entre estas circunstancias pasaron cuatro años de amores, aquel amor que aceleraba mi corazón, de repente todo lo bonito que ocurría en los encuentros, se transformaba en discusiones, molestias, hasta llegar a perderse el espeto que existía.
En ese momento, nos dijimos hasta aquí llega nuestro noviazgo, ya no es igual algo ocurrió que ese amor bonito, ya no existe y lo mejor para los dos es terminar; aquel rompimiento fue de mutuo acuerdo, cada quien tomó caminos diferentes.
Esto hizo que yo tomará la decisión de ingresar a un Cuerpo Policial, donde el curso se realizaba en las Minas de Baruta-Estado Miranda y de esa forma estaría bien lejos a mi primer amor, un año después luego de graduarme fui enviado a trabajar a Cumaná-Estado Sucre, en el Oriente del País.
Allí conocí a mi segundo amor, chica que actualmente es mi esposa, con quien tengo una familia de dos hijas, un nieto; tenemos treinta y cuatro años felizmente casados. A Dios Gracias por ponerla en mi camino.
Al pasar los años me enteré que la chica que fue mi primer amor, también se había casado y tuvo cinco hijos. En el año 2015 falleció a causa de un cáncer, hoy recordándola, le pido a Dios que la tenga en la Santa Gloria.
Existen parejas que la felicidad para toda la vida fue aquel PRIMER AMOR; existen otras que llegó después de varios amores; en mi caso llegó en el SEGUNDO AMOR.
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