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There are times when we fervently and instinctively desire to help those we love, the wisest resource is to trust in God and let Him guide us.
He also said: A man had two sons. 12 The younger of them said to his father, Father, give me the portion of the goods that falls to me; and he divided the goods between them. 13 Not many days later, the younger son gathered everything together and went into a far country, and there he squandered his property with riotous living. 14 When he had spent everything, a severe famine arose in that country, and he began to be in need. 15 So he went and joined himself to a citizen of that country, and he sent him to his fields to feed pigs. 16 And he longed to fill his belly with the husks that the pigs were eating, but no one gave him anything. 17 And when he came to himself, he said, How many hired servants of my father's have bread enough and to spare, and I perish with hunger! 18 I will arise and go to my father, and will say unto him, Father, I have sinned against heaven, and before thee. 19 I am no more worthy to be called thy son; make me as one of thy hired servants. 20 And he arose, and came to his father. And while he was yet a great way off, his father saw him, and was moved with compassion, and ran, and fell on his neck, and kissed him. 21 And the son said unto him, Father, I have sinned against heaven, and before thee, and am no more worthy to be called thy son. 22 But the father said unto his servants, Bring forth the best robe, and put it upon him; and put a ring upon his hand, and shoes upon his feet. 23 And bring the fatted calf, and kill it, that we may eat, and be merry: 24 For this son of mine was dead, and is alive again; he was lost, and is found. And they began to rejoice. 25 Now his eldest son was in the field; and when he came and drew near the house, he heard music and dancing. 26 And he called one of the servants and asked him what this meant. 27 And he said to him, Your brother has come, and your father has killed the fatted calf, because he has received him back safe and sound. 28 Then he was angry and would not go in. So his father went out and begged him to come in. 29 But he answered and said to his father, Behold, these many years I have served you, and I have never disobeyed you, and yet you have never given me even a young goat, that I might rejoice with my friends. 30 But when this son of yours came, who has devoured your property with harlots, you killed the fatted calf for him. 31 Then he said to him, "Son, you are always with me, and all that I have is yours. 32 But we had to celebrate and rejoice, because this brother of yours was dead and is alive again; he was lost and is found."
Luke 15:11-32
This passage is one of the most used and most read when we talk about the parable of the prodigal son and we only stop to focus on the incomparable love of God that has been demonstrated by the father of the prodigal son. We rejoice when we understand that God loves us unconditionally even when we move away from him. But here the parable also gives us a lesson and we must love others.
We run in this parable that the father had every right to reject what his youngest son asked him, but the father already knew that his son's intention was different, he was already far from the place even though he was there. This shows us that even if we love a loved one the most, letting them go is also the hardest thing. There are times when we want to control the situation, even with the best intentions based on the love we have for the person, but this can be an obstacle in that person's path.
Just like the young man's father, once we let go, we must also have the patience to wait for God to work in that person's life. The father did not run out to find his son, he decided to fully trust God before trying to fix the current situation because of his impulses and thus somehow avoid the reckless consequences of his son.
On the day I fear,
I trust in you.
Psalm 56:3
To act like the father of the prodigal son, the first thing is to trust in God's plans. Even if we do not understand what it consists of, we must be certain that God's plans are only for our good and our development. God loves each person far beyond what we can imagine and understands us much more than we understand ourselves. Our task is to be attentive and pray for God to work in their lives and bring them home again.
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Hay momento en que deseamos fervientemente y por instinto ayudar aquellas personas a quienes amamos, el recurso más sabio es confiar en Dios y dejarnos guiar por el.
También dijo: Un hombre tenía dos hijos; 12 y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. 13 No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. 14 Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. 15 Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. 16 Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. 17 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! 18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. 19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. 20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. 21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. 22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. 23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; 24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.
25 Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas; 26 y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. 27 Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. 28 Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. 29 Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. 30 Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. 31 Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. 32 Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.
Lucas 15:11-32
Este pasaje es uno de los más utilizados y más leídos, cuando hablamos de la parábola del hijo pródigo y sólo nos detenemos a enfocarnos en el amor incomparable de Dios que ha sido demostrado por el papá del hijo pródigo. Nos gozamos cuando entendemos que Dios nos ama sin condiciones aún cuando nos alejamos de él. Pero aquí la parábola también nos da una lección y cubo debemos amar a los demás.
Corremos en esta parábola que el padre tenía todo el derecho a rechazar lo que le pedía su hijo menor, pero el padre ya sabía que la intención de su hijo era otra, ya estaba lejos del lugar aún estando allí. Esto nos muestra que aún por más amor que le tengamos a un ser querido también es dejarlo ir es lo más difícil. Hay veces que queremos controlar la situación, aún con las mejores intenciones fundamentadas en el amor que le tenemos a la persona, pero esto puede ser un obstáculo en el camino de esa persona.
Así como el padre del joven, una vez que dejamos ir, también debemos tener la paciencia de la espera en que Dios obrará en la vida de esa persona, el padre no salió corriendo a buscar a su hijo, decidió confiar plenamente en Dios antes de tratar de arreglar la situación actual no quiero por sus impulsos y así evitar de alguna manera las consecuencias imprudentes de su hijo.
En el día que temo,
Yo en ti confío.
Salmos 56:3
Para actuar así como el padre del hijo pródigo, lo primero es confiar en los planes de Dios. Aún si no entendemos en qué consiste, debemos tener la certeza en que los planes de Dios solamente son para nuestro bien y nuestro desarrollo. Dios ama a cada persona mucho más allá de lo que nosotros podemos imaginar y nos entiende mucho más que nosotros mismos nuestra tarea es estar atento y orar para que Dios obre en sus vidas y los traiga nuevamente a casa.
Muchas Gracias por compartir esta lectura, deseo que el Espíritu Santo de Dios traiga revelación de su palabra a nuestras vidas.
