LINK

Every day we seek God's forgiveness; this keeps the path to communion open for us.
9 Thus therefore shall you pray: Our Father in heaven, hallowed be your name. 10 Your kingdom come. Your will be done on earth, as it is in heaven. 11 Give us this day our daily bread. 12 And forgive us our debts, as we forgive our debtors. 13 And lead us not into temptation, but deliver us from evil; for yours is the kingdom, and the power, and the glory, forever. Amen.
Matthew 6:9-13
Jesus Christ has left us a model for prayer, and it consists, among other things, of asking for forgiveness every day. Repenting daily does not mean renewing our salvation or anything similar; it is simply acknowledging our dependence on God and maintaining our communion with Him.
When we trust in Jesus and give Him our hearts, we are not only forgiven but justified, and this is forever. This means that the marks of the past, present, and future are simply erased, not even hidden. Yet, our tendency to continue sinning does not disappear; its influence diminishes, and as we grow in Christ, our human tendency submits to the life of Christ in us, becoming more and more like Him here on earth.
No one is perfect except Jesus. That is why, even while we are still alive in this world, we will continue to deal with sin and its consequences. Jesus' reminder to repent daily and confess our sins helps us be aware of them and intentionally keep our distance.
9 If we confess our sins, He is faithful and just to forgive us our sins and cleanse us from all unrighteousness.
1 John 1:9
Salvation is the path to enter God's presence. God's grace shows us and allows us to stay on this path. Turning to the Lord for salvation isn't necessary a second time, but rather presenting ourselves before God in repentance, seeking forgiveness every day, knowing that His infinite grace has already forgiven us.
Link

LINK

Cada Día buscamos el perdón de Dios, esto mantiene el camino a la comunión libre para nosotros.
9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
Mateo 6:9-13
Jesucristo nos ha dejado un modelo de oración y consiste entre otras cosas pedir perdón cada día. Arrepentirnos a diario no significa que renovamos nuestra salvación o algo similar, es simplemente reconocer la dependencia de Dios y mantener nuestra comunión con el.
Cuando confiamos en Jesús y le entregamos nuestro corazón no solamente somos perdonados somos justificados y esto es para siempre, esto quiere decir que las marcas del pasado, del presente y del futuro simplemente son borradas, ni siquiera son ocultadas. Pero aún así nuestra tendencia a seguir pecando no desaparece, su influencia si disminuye y a medida que vamos creciendo en Cristo nuestra tendencia humana se somete a la vida de Cristo en nosotros siendo cada vez más semejantes a él aquí en la tierra.
Nadie es perfecto excepto Jesús. Es por ello que aún mientras seguimos vivos en este mundo si o si seguiremos lidiando con el pecado y sus consecuencias, el recordatorio de Jesús en arrepentirnos a diario y confesar nuestros pecados nos ayuda a ser consciente de ello y mantener distancia de alguna manera intencional.
9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
1 Juan 1:9
La salvación es el camino para entrar en la presencia de Dios la gracia de Dios nos muestra y nos permite mantenernos en este camino, acudir al señor por salvación no es necesario una segunda vez pero si presentarnos delante de Dios arrepentido buscando el perdón cada día, sabiendo que su gracia infinita ya nos ha perdonado.
Muchas Gracias por compartir esta lectura, deseo que el Espíritu Santo de Dios traiga revelación de su palabra a nuestras vidas.

Forgiveness offers the opportunity to stand before God acceptable