There is a paradox in the Christian environment, something that we do not understand at first, but as we grow in faith we learn.
We find true strength in weakness. The apostle Paul is speaking and teaching us that when we recognize our own limitations by accepting the struggles we are facing, we become much more aware of the abundant grace of God and His power that acts in our lives. When we accept that we are incapable, God reveals Himself and acts powerfully, strengthening us and giving us the ability to endure difficulties to emerge victorious.
In this way we can change our perspective about the problems or difficulties that come our way. These are exactly the experiences that help us grow, develop, and get much closer to God. We learn to develop a strength that does not depend on us but on the presence of God in us.
10 Therefore I take pleasure in weaknesses, in insults, in necessities, in persecutions, in distresses, for Christ's sake. For when I am weak, then I am strong.
2 Corinthians 12:10
God bless you today and always!
Hay una paradoja existente en el ambiente cristiano, algo que en principio no entendemos pero a medida que vamos creciendo en la fe aprendemos.
La debilidad encontramos la verdadera fortaleza. El apóstol Pablo está hablando y nos enseña que cuando reconocemos nuestras propias limitaciones aceptando las luchas que estamos enfrentando nos volvemos mucho más consciente de la abundante gracia de Dios y su poder que actúa en nuestras vidas. Cuando aceptamos que somos incapaces, Dios se revela y actúa poderosamente fortaleciéndonos y nos da la capacidad de soportar las dificultades para salir victoriosos.
De esta forma podemos cambiar nuestra perspectiva acerca de los problemas o las dificultades que se nos presente, esas son exactamente las experiencias que nos ayudan a crecer, a desarrollarnos y a acercarnos mucho más a Dios, aprendemos a desarrollar una fuerza que no depende de nosotros sino de la presencia de Dios en nosotros.
10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
2 corintios 12:10