Saludos amigo.
Efectivamente, cuando se ha vivido una vida de precariedades y ausencias, es fácil dejarse seducir por Mammón y el entorno glorioso que lo rodea... ¿pero, a qué precio?
Saludos amigo.
Efectivamente, cuando se ha vivido una vida de precariedades y ausencias, es fácil dejarse seducir por Mammón y el entorno glorioso que lo rodea... ¿pero, a qué precio?
Perder el alma... Un saludo muy grande