Las apariencias engañan. Hay un viejo adagio que dice: «Mono vestido de seda, mono se queda», y otro: *«La sotana no hace al Cura», muy criollo, ¿no? En este contexto, ¿quién lucha contra los estereotipos? Los jóvenes están constantemente bombardeados por los medios de comunicación. Es lo mismo que asistir a la Iglesia, si las chicas van con faldas cortas, se les critica; si un hombre va en camiseta sin mangas, se le juzga. Es posible que ni siquiera les permitan entrar al recinto. Las etiquetas superficiales limitan nuestra capacidad de ver más allá de las apariencias y entender el valor real de una persona. Necesitamos desafiar estos prejuicios y aprender a aceptar la diversidad en todas sus formas.
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