Con o sin redes sociales, desde la existencia del hombre han existido las “armas de doble filo”, el problema está en el uso que le hemos dado. Al principio, el hombre usó el filo de las piedras para cortar a sus presas, posteriormente, se dio cuenta de que con ese mismo filo podría herir fácilmente a su adversario. Lo mismo sucede con las redes sociales, al principio, la intención era comunicar, romper fronteras, acortar distancias; pero, con el tiempo, se han convertidor en dualidad entre lo bueno y lo malo (dependiendo desde el punto de donde se mire).
Queda de parte de nosotros mismos, ser filtros y determinar lo que es correcto; sobre todo para nuestros hijos, a quienes debemos dotarles de mecanismos de defensa informáticos, haciéndoles entender de que “todo lo que brilla no es oro”.
Que gran comentario amigo, la verdad ayuda a complementar el mensaje que trate de transmitir en mi publicación un gran abrazo y gracias por pasar he interactuar…