El universo

in Humanitas2 months ago

¿Cuál es mi lugar en él?


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Voy a soltarles una confesión que me da un poquito de pena, pero aquí va: ¡amo el yoga! Pero no todo el yoga, tengo una conexión casi mística, como si mi espíritu se elevara, en un momento específico: cuando estoy en savasana, la postura del cadáver o modo tabla, como me gusta decirle. Ahí, acostada, en silencio, con música de naturaleza de fondo, ¡me elevo! Es una sensación extraña, pero adictiva.


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En esos momentos de "elevación yogui", me invaden pensamientos de todo tipo. Primero, me doy cuenta de lo pequeña que soy en este mundo inmenso. Es como si cayera en la realidad de que somos casi partículas diminutas en la inmensidad del universo. ¡Es una locura! Me siento como una hormiguita en medio de un campo infinito. Es una sensación que me hace reflexionar sobre la escala de las cosas, sobre lo diminutos que somos en comparación con la grandeza del cosmos. Me pregunto si realmente importan mis pequeños problemas cotidianos ante la inmensidad de las galaxias.

Aunque suene contradictorio, en esos instantes también agradezco a Dios. Soy católica y no quiero ofenderlo con prácticas que se salgan de mi fe. Así que, entre pensamiento y orar, le doy gracias por mi existencia, por mi vida, por mi felicidad. Es como un diálogo interno entre lo terrenal y lo espiritual. Me pregunto si esta conexión que siento durante el yoga es una forma de conectar con algo más grande, con una fuerza superior, yo quiero pensar que si y es conmigo misma y con DIOS.

Pero ahí no acaba la cosa. También me pongo a pensar en cosas más profundas, como: ¿realmente puedo hacer la diferencia en este mundo tan grande? ¿Ese problema que me agobia es tan grave como creo? Es como si el universo me pusiera las cosas en perspectiva. De repente, mis preocupaciones cotidianas se ven chiquititas comparadas con la inmensidad de todo. Me doy cuenta de que muchas veces me preocupo por cosas que, en realidad, no tienen tanta importancia.

Lo curioso es que, en medio de estas reflexiones, también encuentro soluciones. Es como si el Dios me abriera un abanico de posibilidades. Me doy cuenta de que muchas veces me ahogo en un vaso de agua y que, en realidad, las cosas no son tan complicadas como parecen. ¡Es como una terapia! Me siento más tranquila, más en paz conmigo misma y con el mundo que me rodea.

Y entre todos esos pensamientos, surge la gran pregunta que me da título a este blog: ¿Cuál es mi lugar en el universo? Es una pregunta que me ha acompañado desde siempre y que, creo, nos hacemos todos en algún momento de nuestras vidas. ¿Cuál es nuestro propósito? ¿Qué vinimos a hacer a este mundo? Son preguntas que no tienen una respuesta fácil, pero que nos invitan a la reflexión.

Si soy honesta, me siento feliz. Agradezco a Dios cada día las oportunidades que me brinda, ¡incluso los problemas! Porque creo que hasta de las situaciones difíciles se aprende. Me considero una mujer afortunada: casada con un hombre maravilloso, criada en una buena familia, con un hijo hermoso y un hermano y una hermana que me apoyan al máximo. ¡No puedo pedir más! Tengo una vida plena y llena de amor.


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Además, siento que si estoy con Dios, ¿quién puede estar contra mí? Esta frase me da mucha fuerza y me ayuda a enfrentar los desafíos de la vida con optimismo y confianza. Es como un escudo protector que me acompaña a donde quiera que voy. Me siento protegida y amparada por una fuerza superior.

A veces, nos aferramos a "esa voz mala interior" que nos odia a nosotros mismos, historias que nos limitan y nos impiden avanzar. Creo que es importante aprender a dejar ir esos cuentos, soltar el pasado y enfocarnos en el presente y en el futuro. El universo es demasiado grande como para que nos quedemos atrapados en pequeñeces. Debemos aprender a perdonarnos a nosotros mismos y a los demás, y seguir adelante con la frente en alto.

La vida es un viaje continuo, un aprendizaje constante. No tenemos todas las respuestas y está bien no tenerlas. Lo importante es seguir adelante, con curiosidad y apertura, dispuestos a descubrir nuestro lugar en este universo infinito. Debemos vivir el presente intensamente, aprendiendo de cada experiencia y disfrutando de cada momento.

Los invito a que se hagan esta misma pregunta: ¿Cuál es su lugar en el universo? Tómense un momento para reflexionar sobre ello, quizás en un momento de tranquilidad, como mi savasana personal o acostado en tu cama, ¿Por qué no? Les aseguro que encontrarán respuestas sorprendentes. Y recuerden, no importa lo pequeños que nos sintamos, todos tenemos un lugar importante en este inmenso universo. Todos somos parte de algo más grande y tenemos un propósito en esta vida.

Byeee.

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