Entre el ayer y el hoy

in Humanitas3 days ago


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Navegando los roles de género

¡Ay, Dios mío! ¿Qué difícil es hablar de género verdad? Parece que es el tema de conversación eterno, ¿cierto? Y es que con tanta información, tanta inclusión y tantos cambios, a veces me siento un poco perdida. Pero bueno, aquí estoy, dispuesta a dar mi opinión sobre si los roles de género, específicamente los de hombres y mujeres, han evolucionado de verdad.

Y mi respuesta es un rotundo sí. ¡Claro que han evolucionado! A ver, seamos sinceras, las mujeres ya no somos las mismas de antes. Hemos salido al mundo, hemos demostrado nuestra fuerza, nuestra inteligencia y nuestra capacidad para hacer lo que nos propongamos. Ya no nos quedamos calladas ni aceptamos menos de lo que merecemos. Y lo mejor de todo es que muchos hombres también han cambiado su forma de pensar y de actuar. Ya no se sienten amenazados por nuestro éxito, sino que nos apoyan y nos admiran.

Ahora, no voy a negar que soy un poco tradicional en algunas cosas. Me gusta el feminismo que lucha por la igualdad de oportunidades y de derechos, ¡eso ni se discute! Pero también me encanta esa interacción bonita entre hombres y mujeres, esos pequeños detalles que hacen la diferencia.

¿A qué me refiero? Pues a cosas como que un hombre te abra la puerta, te ofrezca su abrigo si hace frío o te ayude con las maletas. No sé, esas cosas que te hacen sentir protegida y valorada. Me recuerdan a las series coreanas que veo, donde el protagonista siempre aparece justo a tiempo para salvar a la chica de cualquier peligro. ¡Es tan romántico! (Aunque sé que la vida real no es una serie, jajaja).

Pero volviendo al tema de la evolución, creo que es algo positivo siempre y cuando no perdamos de vista lo bonito que ya existía. Así como en la tecnología, no podemos permitir que las máquinas reemplacen el calor humano, tampoco podemos dejar que la lucha por la igualdad nos quite esa magia que hay entre hombres y mujeres.

Me explico: no se trata de que las mujeres volvamos a ser sumisas ni de que los hombres tengan que ser machistas. ¡Para nada! Se trata de encontrar un equilibrio donde ambos géneros podamos expresarnos libremente, sin estereotipos ni presiones sociales, pero sin perder esa conexión especial que nos une.

Porque, seamos honestos, nos necesitamos mutuamente. Los hombres y las mujeres nos complementamos de una manera increíble. Tenemos diferentes fortalezas y habilidades que, al unirlas, nos hacen más fuertes y nos permiten lograr cosas maravillosas.

Y aunque algunas metas las podamos alcanzar por nosotros mismos, ¿por qué no hacerlo con el apoyo y la admiración del otro? ¿Por qué renunciar a esa compañía que nos anima y nos impulsa a seguir adelante?

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Yo creo que la clave está en el respeto mutuo, en la comunicación abierta y en la empatía. En entender que somos diferentes, pero que esas diferencias nos enriquecen y nos hacen crecer. En celebrar nuestros logros y en apoyarnos en los momentos difíciles.

En definitiva, creo que los roles de género han evolucionado para bien. Hemos avanzado mucho en la lucha por la igualdad, pero aún queda camino por recorrer. Lo importante es no perder de vista nuestra esencia, lo que nos hace humanos, lo que nos conecta con los demás.


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Y sobre todo, recordar que el amor, el respeto y la admiración no tienen género. Que todos merecemos ser tratados con dignidad y que todos tenemos algo valioso que aportar al mundo. Así que, ¡sigamos evolucionando juntos!

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