Es posible una filosofía cristiana? (1)

in Humanitas7 days ago

Fuente

Cuando estudiaba historia de la filosofía en el seminario, uno de los temas más interesantes para mí fue la filosofía cristiana, que no es más que la filosofía que hacen los que profesamos la fe en Jesucristo. ¿Es posible una filosofía cristiana? Era una de la pregunta que nos hacíamos. Releyendo un poco el sentido de una filosofía cristiana, además de responder afirmativamente a esta pregunta, puedo hoy en día profundizar por qué esta afirmación es posible.

En primer lugar, debemos remitirnos a la historia misma, donde, por ejemplo, los monasterios eran centros culturales y filosóficos, y muchos de los que elegían esta vida monástica eran llamados, sin más, “filósofos”, ya que la verdad que busca esta disciplina no era vista simplemente desde un punto de vista teórico, sino también práctico, por lo que el monje era considerado como aquel que se dedica a la contemplación de la verdad eterna, pero al mismo tiempo como aquel que la vive.

Paulatinamente, esta especie de vida filosófica fue dando pasos fuera del monasterio, pero manteniendo el sentido de que el cristianismo nos ayuda a una contemplación de la realidad que fundamenta todas las cosas. Es así como podemos hablar de una segunda etapa donde la vida cristiana filosófica está llamada a realizarse en medio del mundo. Y es como podemos ver figuras tales como Justino, un cristiano de los primeros siglos, que era filósofo y se convierte al cristianismo, y su teología va a ser fundamentada muy claramente en la filosofía, ya que como él vivió su camino hacia Dios a través de esta sabiduría, dice que también es posible ofrecer esta vía a los demás.

Fuente

Luego tenemos figuras como San Clemente de Alejandría, que habla incluso de que el cristianismo es la verdadera filosofía; Orígenes, que hace referencia a la filosofía de Cristo, que es la consumación de la fe en la visión de la sabiduría. Hay testimonios de historiadores como Eusebio de Cesarea que hablan precisamente del testimonio de aquellos que eligen la vida monástica, que se retiran precisamente para contemplar la sabiduría divina, la más alta y provechosa que existe.

En la Edad Media es cuando se logra una mayor integración de esta contemplación con la vida activa en medio del mundo. Esto sucede con el nacimiento de las grandes órdenes religiosas, donde figuras como Santo Tomás de Aquino (Dominicos)y San Buenaventura(Franciscanos) invitan a combinar los dos estilos de vida, contemplativo y activo al mismo tiempo, ya que al final el monje-filosofo no solamente contempla sino que da a conocer esta verdad descubierta en su contemplación a los demás.

Es un doble movimiento, pues, donde el filósofo, entusiasmado por lo que ha conocido, busca las formas y maneras de hacer llegar esa verdad al mundo, el cristiano lo va a hacer por medio del testimonio; por eso, en esta época hay un gran renacimiento del cristianismo y sus obras de caridad, a través, sobre todo, de la evangelización y de la misión.

Fuente

Luego de la Edad Media, entrando en la modernidad con el Renacimiento y el humanismo, todavía había esta convicción de esta vida filosófica cristiana, es decir, que a través de sus obras el cristiano es testimonio de la verdad, la verdad plena, la verdad eterna. Sin embargo, esto va menguando a través de los años, podemos decir, hasta llegar a la actualidad, donde prácticamente el cristianismo pareciera que no tiene nada que ver con la filosofía, con la búsqueda de la verdad. El llamado que se tiene entonces es el de poder reivindicar que nada como la fe nos motiva a buscar lo que está más allá, lo que fundamenta todo, las "razones eternas" que decían los antiguos. De hecho, una frase latina interesante dice “Ipsa philosophia Christus” significa o se puede traducir como “la misma filosofía es Cristo”, es decir, la filosofía - que al final nos busca sino valorar lo que permanece en el tiempo - es Cristo.

Jesucristo mismo lo dice él mismo en el Evangelio: “Cielos y tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. Es allí dónde está la misión del filósofo cristiano hoy en día de ser luz para el mundo también en el sentido de llevar o hacer presente la sabiduría que ha captado en su contemplación del acto de fe, es hacer de guardianes del ser como decía el filósofo Martin Heidegger. Es como una vuelta a esos primeros años del cristianismo, donde aquellos que profesaban su fe en Cristo, como los cristianos apologetas de los primeros siglos, mostraban sus convicciones filosóficas por las cuales vivían su fe, que si bien tenían raíces teológicas podían darle una base racional explicativa.

Posted Using INLEO