Some time ago I was lucky enough to visit the premises of Mafalda, the popular comic strip created by the Argentine cartoonist Quino, an experience I will never forget. Ever since I was a child, I have been a fan of comic strips and have always been fascinated by the universe of characters that inhabit them. Therefore, I could not miss the opportunity to visit the place where some of my favorites were born.
Hace un tiempo tuve la suerte de visitar las instalaciones de Mafalda, la popular tira cómica creada por el dibujante argentino Quino, una experiencia que nunca olvidaré. Desde que era niña, he sido fanática de las historietas y siempre me ha fascinado el universo de personajes que habitan en ellas. Por eso, no podía perderme la oportunidad de conocer el lugar donde nacieron algunos de mis favoritos.
When I arrived at Mafalda's facilities, the first thing that surprised me was how discreet the place was. The entrance looked like that of any office building, with a glass door and an intercom. However, as I passed through to the other side I discovered that the interior was full of magic.
The first stop was the home of Mafalda and her family. There I could see the sofa where they sit to watch TV, the table where they eat the craziest meals and the room where Mafalda dreams of changing the world. Everything was just as I remembered it from the comics, with the same details and colors.
Afterwards, the guide took me to Mafalda and her friends' school. It was impressive to see the classroom where they learn to add and subtract, the playground where they play soccer and the direction where the misbehaviors go. I also got to see Susanita's room, which was full of dolls and movie star posters.
But the visit did not end there. The guide took me to other rooms where the Mafalda characters were placed. I was able to see the square where they meet to chat and discuss life, the supermarket where Mafalda shops with her mother, and the house of Mafalda's friend Felipe, which is full of toys and technology.
Cuando llegué a las instalaciones de Mafalda, lo primero que me sorprendió fue lo discreto del lugar. La entrada parecía la de cualquier edificio de oficinas, con una puerta de vidrio y un portero automático. Sin embargo, al pasar al otro lado descubrí que el interior estaba lleno de magia.
La primera parada fue la casa de Mafalda y su familia. Allí pude ver el sofá donde se sientan para ver la televisión, la mesa donde comen las comidas más disparatadas y la habitación donde Mafalda sueña con cambiar el mundo. Todo estaba tal y como lo recordaba de las historietas, con los mismos detalles y colores.
Después, el guía me llevó al colegio de Mafalda y sus amigos. Fue impresionante ver la sala de clase donde aprenden a sumar y restar, el patio donde juegan al fútbol y la dirección donde van a parar los que se portan mal. También pude ver la habitación de Susanita, que estaba llena de muñecas y posters de estrellas de cine.
Pero la visita no terminó allí. El guía me llevó a otros ambientes donde la colocaron a los personajes de Mafalda. Pude ver la plaza donde se reúnen a charlar y discutir sobre la vida, el supermercado donde Mafalda hace las compras con su madre y la casa del amigo de Mafalda, Felipe, que está llena de juguetes y tecnología.
In each of the environments, the guide told me anecdotes about the characters and their adventures, and I felt as if I were inside the comics. It was as if for a moment I could be part of the world of Mafalda and her friends.
Besides seeing the places where the adventures of the characters of this famous Argentine comic strip take place, I also had some curious anecdotes that I would like to share with you.
First of all, the house of Mafalda and her family caught my attention. On the sofa where they sit to watch TV, I was told that on one occasion Quino himself, creator of Mafalda, fell asleep while watching TV in that very place. The table where they eat the craziest meals also has its own history. It turns out that on one occasion, during a photo shoot, the characters of the comic strip ate everything on it, leaving the photographers empty-handed.
Another place that surprised me was the school of Mafalda and her friends. There, the guide told me that Quino was inspired by his own school experience to create some of the situations that occur in the comic strip. For example, the classroom where they learn to add and subtract is based on the classroom where he himself studied as a child.
En cada uno de los ambientes, el guía me contaba anécdotas sobre los personajes y sus aventuras, y yo me sentía como si estuviera dentro de las historietas. Era como si por un momento pudiera ser parte del mundo de Mafalda y sus amigos.
Además de ver los lugares donde transcurren las aventuras de los personajes de esta famosa tira cómica argentina, también tuve algunas anécdotas curiosas que quisiera compartir contigo.
En primer lugar, me llamó la atención la casa de Mafalda y su familia. En el sofá donde se sientan para ver la televisión, me contaron que en una ocasión el mismísimo Quino, creador de Mafalda, se durmió mientras veía la televisión en ese mismo lugar. Por su parte, la mesa donde comen las comidas más disparatadas también tiene su propia historia. Resulta que en una ocasión, durante una sesión de fotos, los personajes de la tira cómica se comieron todo lo que había sobre ella, dejando a los fotógrafos con las manos vacías.
Otro lugar que me sorprendió fue el colegio de Mafalda y sus amigos. Allí, el guía me contó que Quino se inspiró en su propia experiencia escolar para crear algunas de las situaciones que ocurren en la tira cómica. Por ejemplo, la sala de clase donde aprenden a sumar y restar está basada en el aula donde él mismo estudió de niño.
But undoubtedly, one of the most curious anecdotes occurred in the square where Mafalda's characters meet to chat and discuss life. It turns out that during the last visit of the former President of the United States, Barack Obama, to Argentina, he was given a soccer jersey with Mafalda's name on the back. Obama himself, a self-confessed fan of the comic strip, asked who Mafalda was and after being explained, said he would take the jersey back home.
While I was there, I remembered some of Mafalda's most famous lines, such as "Stop the world, I want to get off" or "And why can't we all live together, in peace and harmony?". It made me reflect on how relevant Quino's work continues to be in today's society, and how his message is still as valid as it was decades ago.
Pero sin duda, una de las anécdotas más curiosas ocurrió en la plaza donde se reúnen los personajes de Mafalda a charlar y discutir sobre la vida. Resulta que durante la última visita del expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, a Argentina, se le regaló una camiseta de fútbol con el nombre de Mafalda en la espalda. El propio Obama, admirador confeso de la tira cómica, preguntó quién era Mafalda y después de que le explicaran, dijo que se llevaría la camiseta de vuelta a casa.
Mientras estaba allí, recordé algunas de las frases más famosas de Mafalda, como "Paren el mundo, que me quiero bajar" o "¿Y por qué no podemos vivir todos juntos, en paz y armonía?". Me hizo reflexionar sobre lo relevante que sigue siendo la obra de Quino en la sociedad actual, y cómo su mensaje sigue siendo tan válido como lo fue hace décadas.
In short, my visit to the Mafalda facilities was an unforgettable adventure that allowed me to get to know in person some of the most emblematic places of this comic strip. The anecdotes I heard allowed me to connect even more with Quino's characters and universe, and made me feel part of a community of fans who admire the work of the Argentine cartoonist.
Undoubtedly, an experience that I recommend to all lovers of popular culture and graphic literature in particular.
At the end of the visit, I bought some souvenirs at the store and promised to return someday. It was an unforgettable experience that I recommend to all fans of Mafalda and comics in general. I am now certain that although the characters in the comics are fictitious, their worlds can come to life in our imagination and in places like Mafalda's installations.
En resumen, mi visita a las instalaciones de Mafalda fue una aventura inolvidable que me permitió conocer en persona algunos de los lugares más emblemáticos de esta tira cómica. Las anécdotas que escuché me permitieron conectar aún más con los personajes y el universo de Quino, y me hicieron sentir parte de una comunidad de fans que admiramos la obra del dibujante argentino.
Sin duda, una experiencia que recomiendo a todos los amantes de la cultura popular y de la literatura gráfica en particular.
Al final de la visita, compré algunos souvenirs en la tienda y prometí volver algún día. Fue una experiencia inolvidable que recomiendo a todos los fanáticos de Mafalda y de las historietas en general. Ahora tengo la certeza de que aunque los personajes de las historietas sean ficticios, sus mundos pueden cobrar vida en nuestra imaginación y en lugares como las instalaciones de Mafalda.
En mi familia somos "mafaldianos"
Nos criamos leyendo las tiras de Quino al punto que coleccionamos toda la colección de tiras que escribió sobre éste personaje.
Su rechazo a la sopa era proverbial y pasé muchos buenos ratos leyendo a ésta pequeña.
Gracias por traerme estos recuerdos, buena publicación...no desistas, pronto te harás notar.
Saludos y bienvenida a Hive.
Más bien gracias a ti por notarme y valorar mi post, cada día intentaré poner un granito de arena para mejorar, es muy importante tu valoración para mí, así sabré si voy por buen camino para no rendirme, saludos