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Last weekend, I decided to go help my old Chilean man with his new project: a little house made of containers. From the moment he told me about his idea, I was excited about the opportunity to collaborate on something so innovative and unique.
When I arrived, we got to work right away. One of the first jobs was to remove a door, which we managed to remove without any problems.
Next, we concentrated on making a kitchen cabinet. We used recycled wood and tools he had accumulated over the years. We enjoyed every step, from design to construction.
At the end of the day, even though we were tired, the satisfaction. It was an incredible experience. I will certainly come back to help him on his adventure to build his new folly.
ESP
El fin de semana pasado, decidí ir a ayudar a mi viejito chileno con su nuevo proyecto: una casita hecha de contenedores. Desde que me contó sobre su idea, me emocioné por la oportunidad de colaborar en algo tan innovador y único.
Cuando llegué, nos pusimos manos a la obra de inmediato. Uno de los primeros trabajos fue retirar una puerta que logramos quitarla sin inconvenientes.
Luego, nos concentramos en hacer un mueble de cocina. Usamos madera reciclada y herramientas que él había acumulado a lo largo de los años. Disfrutamos de cada paso, desde el diseño hasta la construcción.
Al final del día, aunque estábamos cansados, la satisfacción. Fue una experiencia increíble. Sin duda, volveré a ayudarle en su aventura de construir su nueva locura.
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