Camino en derredor
y caen los muros, los amigos
se enredan en sus lenguas.
No lloro por nadie
ni recito letanías,
Dios se pierde entre mis palabras
me aferro a las imágenes
me busco
me descuelgo y grito.
Nunca el cielo siempre el silencio.
El anatema está en mí
yo soy el anatema.
✒️Mailin Valdes