Uff...y que lo digas amigo. Cuando acometimos las remodelaciones de la casa que ocupo en la actualidad, el contratista me dijo que a lo sumo llevaría ocho meses, pero que seguro serían seis. Dos años y medio después, tuve que echarle de casa cuando ya era obvio que estaba estirando la liga. Solo que se le rompió por avaro.
Esperamos que los Tigres hayan acabado con algo que ya lleva mucho tiempo, aunque el récord perdedor me haga pensar que no.
Un abrazo mi estimadísimo Hector y gracias por ser lector consecuente.