Es bueno eso de que los equipos poderosos pierdan para no sentirse omnipotentes pero también porque tenemos el síndrome de David y Goliat.
La simpatía por el más débil es más fuerte que nosotros, salvo cuando el equipo de nuestra preferencia participe de la contienda.
Saludos @tonyes
Así es amigo @hosgug. Salud y saludos.