En la tarde de ayer, haciendo zapping en busca de algún deporte de mi agrado que me hiciera olvidar del calor reinante en la ciudad, llegué hasta un partido de fútbol del torneo de las reservas del fútbol argentino, estaban disputando ese juego el equipo de Lanús contra el de Sarmiento de Junín.
El torneo se llama proyección y es disputado por todos los equipos que participan de la Copa de la Liga y se divide de igual manera que éste, en dos zonas integradas por los mismos equipos de la categoría mayor.
Lanús marcha último en este torneo y consecuentemente con ello, perdió este partido frente a Sarmiento por 1 a 0, el equipo de la localidad bonaerense de Junín se encuentra 5to. en la tabla de posiciones del grupo B, demostró porqué la diferencia en la tabla.
Ignoro todos sobre la mayoría de los jugadores de reserva, recuerdo los nombres de algunos ya veteranos esperando una nueva oportunidad para integrar el equipo de la primera división, intuyo otros, más jóvenes, con la ilusión de llegar, de tener su oportunidad para demostrar su valía, quien sabe si allí no está el próximo Messi, el sucesor de Maradona, o quizás simplemente algún próximo integrante de la selección mayor.
Sin embargo, estos pensamientos sobre los equipos de reserva no son el motivo principal de mi publicación, a la inversa de lo que suelo hacer en algunas de mis notas, comencé por lo actual para ir a los recuerdos que no es otra cosa que mi historia personal, gran parte de lo que me define como persona.
Este partido del torneo de reserva me hizo recordar mi niñez, cuando sentado frente a la TV en blanco y negro de la casa de mi abuela allá en la Ensenada de Barragán, los domingos veía una triple jornada, comenzaba temprano por la mañana con la transmisión del partido de tercera, seguía el de reserva para culminar por la tarde con el encuentro de la primera división.
Todas las semanas se elegía un estadio diferente y allí se instalaban las cámaras del canal 7 para la maratónica trasmisión. Eran tiempos muy distintos a los actuales, no solo por la TV sin color sino porque la fecha completa del fútbol argentino se jugaba en domingo, no había como hoy, fútbol todos los días y en diferentes horarios.
Tradiciones diferentes donde la familia, por muy grande que fuera, se juntaba para almorzar y pasar la tarde todos juntos, generalmente en casa de los abuelos. Como dije, el fútbol era un entretenimiento familiar, probablemente porque en esa época solo había en Buenos Aires 4 canales por donde ver la TV, todos gratuitos y con horarios de tan solo unas pocas horas al día. El domingo y gracias a esa maratón de fútbol, era el día en que más horas de trasmisión había.
Muy curiosa y enigmática la memoria de las personas, en este caso la mía, porque me recuerdo viendo esos partidos en casa de mi abuela, no en la mía. Seguramente porque todos los fines de semana, religiosamente, viajábamos 60 kilómetros para estar con ellas, las abuelas, y con los hermanos de mis padres y sus hijos.
También recuerdo que, por la tarde, luego de finalizados los partidos de fútbol, regresábamos a la capital federal en un viaje que en muchas oportunidades se convertía en una tortura, ya en aquella época había demasiados vehículos y pocas rutas.
Tengo presente como un recuerdo imborrable, que debíamos de llegar a una determinada hora, para no perdernos Disneylandia, un programa que hacía las delicias de nosotros, los 3 hijos de mis padres.
El domingo de maratón futbolística es un gran recuerdo y la trasmisión de ayer lo trajo a la actualidad, quise compartirlo con todos Ustedes.
Reserve
Yesterday afternoon, while channel surfing in search of a sport I liked that would make me forget about the heat in the city, I came across a soccer match in the Argentine reserve tournament. The Lanús team was playing against Sarmiento de Junín.
The tournament is called projection and is contested by all the teams that participate in the League Cup and is divided in the same way as the latter, into two zones made up of the same teams from the senior category.
Lanús is last in this tournament and consequently lost this match against Sarmiento by 1 to 0. The team from the Buenos Aires town of Junín is 5th in the table of positions in group B, demonstrating why there is a difference.
I don't know anything about most of the reserve players, I remember the names of some veterans waiting for a new opportunity to join the first division team, I sense others, younger, with the hope of making it, of having their chance to prove their worth, who knows if there isn't the next Messi, Maradona's successor, or perhaps simply some next member of the senior team.
However, these thoughts about the reserve teams are not the main reason for my publication, contrary to what I usually do in some of my notes, I started with the present to go to the memories that are nothing other than my personal history, a large part of what defines me as a person.
This match in the reserve tournament made me remember my childhood. Sitting in front of the black-and-white TV at my grandmother's house in Ensenada de Barragán, on Sundays, I watched a triple matchday. It began early in the morning with the broadcast of the third division match, followed by the reserve match, and culminated in the afternoon with the first division match.
Every week a different stadium was chosen and Channel 7 cameras were set up there for the marathon broadcast. These were very different times from today, not only because of the colorless TV but because the entire Argentine soccer season was played on Sunday; there was no football every day and at different times like today.
Different traditions where the family, no matter how big, would get together to have lunch and spend the afternoon together, usually at the grandparents' house. As I said, football was family entertainment, probably because at that time there were only 4 channels in Buenos Aires where you could watch TV, all free and with schedules of only a few hours a day. Sunday, thanks to that football marathon, was the day when there were the most hours of broadcast.
People's memories are very curious and enigmatic, in this case, mine, because I remember watching those games at my grandmother's house, not at my own. Surely because every weekend, religiously, we traveled 60 kilometers to be with them, the grandmothers, and with my parents' brothers and their children.
I also remember that, in the afternoon, after the soccer games ended, we returned to the federal capital on a trip that often became torture, since at that time there were too many vehicles and few roads.
I have an indelible memory of having to arrive at a certain time, so as not to miss Disneyland, a program that delighted us, my parents' 3 children.
The Sunday football marathon is a great memory and yesterday's broadcast brought it back to the present, I remembered a very happy time and I wanted to share it with all of you.
Héctor Gugliermo
@hosgug
Me impresiona como River Plate en todos los torneos es un equipo ganador, parece que eso se lleva en la sangre, saludos amigo @hosgug