Tu análisis refleja tanto la pasión como la frustración de un seguidor que conoce bien los altibajos de la Vinotinto. Es cierto que este partido contra Chile dejó al descubierto nuestras debilidades más persistentes: una defensa que no logra consolidarse, un medio campo sin construcción sólida y, aunque hay buenos delanteros, no tienen el soporte necesario para explotar su potencial al máximo.
El punto que mencionas sobre trabajar en la zona media es crucial. La falta de un mediocampo equilibrado y creativo nos hace predecibles y vulnerables. Además, lo que se vio con Chile fue que, más allá del talento, nos faltó cohesión táctica y mentalidad para cerrar los espacios y sostener el resultado.
Apuntar al repechaje como objetivo realista me parece una visión acertada. Aunque sea un camino difícil, creo que la Vinotinto puede luchar si logra enfocarse en cada partido como una final. Eso sí, como bien dices, las próximas fechas serán decisivas. Si no sacamos puntos en los encuentros inmediatos, el margen de maniobra será nulo.
Comparto la idea de que el sueño mundialista puede ser más realista para 2030 si se realiza una renovación profunda, basada en talento joven y en una planificación seria. Pero, para lograr eso, ¿no crees que la federación debería priorizar el desarrollo en las categorías menores y apostar por un proyecto integral, como lo hicieron selecciones como Ecuador o incluso Japón?
Amanecerá y veremos, pero como seguidores de la Vinotinto, seguimos soñando con ese gran día. 💪⚽
Muy buen comentario amigo, realmente no tengo nada que agregar, concuerdo totalmente con lo que aquí expresas.
Sería un buen enfoque, sin embargo no veo movimientos de eso. Conozco personalmente a jóvenes talentosos que podrían alcanzar un gran nivel si se les entrenará de forma adecuada, pero tristemente sus entrenadores palidecen mucho en eso. Pienso que es un problema de mentalidad y tiene que hacerse un barrido grande para lograr objetivos.
Por ahora solo se ven talentos aislados, piezas que los entrenadores intentan hacer encajar, pero la federación de fútbol venezolano no hace todavía un trabajo que impacte a las generaciones venideras.