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Cualquiera que se lo proponga y ponga el empeño en lograrlo.
El año pasado, estuve escribiendo a diario. Todos los días de la semana, me sentaba frente al teclado y escribía mis divagaciones. Me fui acostumbrando y con el tiempo las palabras, las letras fluían con facilidad, pero cuando estaba por el octavo mes me ataco una gripe, que me dejo tumbado durante días, incapaz de pensar con claridad, entre la fiebre, la tos y el malestar, me desconecte cerca de un mes.
Después de la pausa consideré que había alcanzado el objetivo en cuanto romper la falta de inspiración, pero no insistí en continuar, cuando ya no luciría el galardón de 365 días sin interrupción.
De momento escribo cuando hay la motivación o vale el esfuerzo por trasmitir un mensaje de valor.

Su constancia es un logro considerable, propio de los campeones.

Tiene razón Félix y es que existen factores que modifican nuestro plan. En invierno tuve mucho cuidado con la gripe, porque sabía que si me agarraba, me tiraba fácil una semana. Por suerte, no paso nada... hasta ahora.
Con respecto a escribir, entiendo es más difícil. Ya que la inspiración y generar contenidos que sumen valor, no suceden todos los días.

Gracias, por sus considerables palabras. Lo valoro mucho.

Feliz domingo.