Si les contara... A veces, me siento como si hubiera vivido varias vidas en una sola. Y es que, desde que empecé a escribir en mi blog de Hive, he pasado por tantas etapas, tantos cambios, tantas transformaciones... Que la unica manera que consegui para medirlo, es leyendo mis propias publicaciones, de hace ya varios añitos atras.
Recuerdo mis primeras publicaciones, cuando aún era estudiante de pregrado. Escribía con la emoción de quien descubre un mundo nuevo, con la ilusión de quien sueña con salvar vidas. Mis palabras estaban llenas de idealismo, de esperanza, de la convicción de que la medicina era mi vocación, mi camino en la vida. Cada pequeño o gran logro lo narraba con mucho entusiasmo, el primer parto que atendi, la primera sutura que realice, todo esta documentado en este pequeño espacio de la web.
Luego vino la etapa de médico rural. ¡Qué aventura! Me enfrenté a la realidad de la medicina en su forma más cruda, a la falta de recursos, a la soledad, a la responsabilidad de cuidar de comunidades enteras. Mis publicaciones reflejaban esa lucha, esa adaptación, ese aprendizaje constante, por que si recuerdan, me fui a una remota isla llamada Chuao, en aquel entonces las publicaciones se titulaban como "cronicas de un medico rural" y llamabamos a la pequeña isla, "la zona tropical de trabajo".
Y ahora, como residente de pediatría, me encuentro en un nuevo capítulo de mi vida. La exigencia, la presión, la especialización... todo es diferente. Mis palabras han cambiado, se han vuelto más reflexivas, más analíticas, más conscientes de la complejidad de la medicina. Y aunque esta etapa de mi vida me alejo un tanto, de esta pasion por la escritura, al final despues de toda la odisea, tambien termino por devolverme el amor por la escritura, ya que consegui una fuente de paz, para hablar y comentar mi dia a dia.
Hace poco, me puse a releer mis antiguos posts. ¡Qué viaje en el tiempo! Me sorprendió ver cómo ha evolucionado mi perspectiva, cómo han cambiado mis prioridades, cómo se ha transformado mi vocación.
Me di cuenta de que la medicina no es una línea recta, sino un camino lleno de curvas, de altibajos, de aprendizajes inesperados. Y que la vocación no es algo estático, sino algo que se moldea, que se adapta, que se fortalece con el tiempo. A veces, me pregunto si el estudiante idealista que fui se sentiría orgulloso del residente que soy ahora. Y creo que sí. Porque a pesar de los desafíos, de las dificultades, de los momentos de duda, mi pasión por la medicina sigue intacta.
Lo que ha cambiado es mi comprensión de lo que significa ser médico. Ya no se trata solo de salvar vidas, sino de acompañar, de consolar, de brindar esperanza. Se trata de conectar con los pacientes, de entender sus historias, de cuidar de su bienestar integral.
Y es que el tiempo pasa volando. Parece que fue ayer cuando empecé a escribir en mi blog, cuando soñaba con ser médico. Y ahora, me encuentro en la mitad de mi residencia, con la mirada puesta en el futuro, pero con la certeza de que el camino recorrido ha valido la pena.
Porque la medicina es un viaje apasionante, lleno de desafíos y recompensas, de lágrimas y sonrisas, de momentos que te marcan para siempre. Y yo, como médico y como escritor, me siento agradecido de poder compartir este viaje con ustedes. Por los momentos me despido, nos vemos en la siguiente publicacion
NOTA IMPORTANTE: Todas las fotografias son de mi propiedad, tomadas desde mi dispositivo movil, modelo I Phone 12
Hermoso todo lo que has escrito.
Muchas felicidades por esa hermosa carrera.
Sigue adelante buscando cada día la excelencia en pro de brindar una mejor y más eficaz atención a tus pacientes.
Saludos!
¡Felicitaciones!
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