English
It's been a busy week with some ends of project and new ones starting. Also a ton of other problems with our car, grandma and more. Amidst that I was able to finish this first run of maracas. If you wanna know more about this instrument you can check my previous post on the topic.
The finishing touches were applied alongside my 5th Venezuelan Cuatro. But this was harder. It was the first time any of us tried to apply varnish to such an small thing. After some trial and error we managed. However, a seasoned maker of maracas shared the fact that you need to make them hang to have an easier time applying paint or varnish. Now, we know how to do it.
After finishing that, the drill is the same. Let it dry. Sand it with water. Apply some wax. Then, comes the interesting part. The bigger ones needed sticks. These go across the calabash and their function is not only holding the instrument for playing. It also allows a different pattern of movement of the seeds inside it. Without it, there are certain things you just can't do. I'll show you later in a sound test for the smaller ones and the others.
The most difficult part of the whole thing is measuring the seeds. Too much and the maracas will be too heavy and have a dull sound. If there's too little, it will sound like a baby's shaker. Here's where the ear is of utmost importance. But I'll still get them to a seasoned player to get some feedback for future instruments.
Spanish
Ha sido una semana larga y difícil. Muchos problemas han salido por todo lados, carro, con la abuela y más. En medio de las dificultades, pude terminar algunos proyectos y comenzar otros. Por ejemplo, terminé mi primer lote de maracas. Si quieres saber más sobre estos instrumentos, te invito a revisar mi última publicación sobre el tema.
El acabado de las taparas se hizo en conjunto con mi 5to cuatro venezolano. Pero esto fue un reto. Era la primera vez que se hacía algo así en el taller. Después de algo de ensayo y error, lo logramos. Sin embargo, un fabricante con más experiencia nos dio el secreto: hay que colgar las taparas para poder pintarlas sin problemas. Ahora lo sabemos.
Después de barnizar, no hay novedad. Se deja secar el barniz. Se lija al aguna. Se aplica cera. Luego, viene lo interesante. Las más grandes necesitan cabos. Estos van a través de la tapara y su función va más allá de sujetar el instrumento. Sin cabos, hay ciertos movimientos y sonidos que no se puede lograr. El cabo permite la variedad de movimientos de las semillas dentro del taparo. Esto lo demostraré en una prueba de sonido más adelante.
La parte más difícil de esto es rellenar las taparas. Colocar muchas semillas vuelve muy pesada la maraca y la ensordece. Muy poco la hace sonar como un juguete. Aquí es donde hay que tener buen oído para juzgar cuánto es suficiente. De todas maneras, buscaré la opinión de un experto para referencias futuras.