Hoy me uno por primera vez a este interesante, con la historia del pollito amarillito:
Era un día soleado en la granja, el verano afectaba la zona cada día más, hacía falta agua y alimentos, ahí estaba la gallina negra que durante tres semanas había empollado sus huevos, hace ya días que salieron del cascaron 10 pollitos y solo uno de ellos amarillito, ahora la gallina debía alimentar a sus pollitos, pero no había mucho que comer, solo debían esperar a que llegara el granjero, un señor mayor y trabajador, que luchaba día a día por sacar adelante su granja y sus apreciados animales. Este día el debió salir al pueblo, en busca de insumos y ayuda, pues el verano estaba haciendo estragos en esta tierra, mientras que la gallina y sus pollitos lo esperaban hambrientos en su gallinero, al notar que pasaban las horas y no llegaba, el pollito amarillito cansado de ver la preocupación de su mama gallina, decidió salir y explorar un poco en busca de alimento, pero la gallina no quería dejarlo ir, le angustiaba que algo le pasara, aún era muy pequeño. El pollito le respondió no hay nada que temer, debemos enfrentar la situación, así que explorare fuera del gallinero y regresare con el mejor alimento. Así fue, salió el valiente pollito fuera de su gallinero, lejos de su mamá, lleno de miedo, pero con determinación de ayudar a su madre, y lo consiguió, a solo unos pasos, ahí estaba, restos de maíz, tendidos en el suelo, que felicidad. Volvió corriendo en busca de su familia, y juntos pudieron disfrutar de un delicioso banquete. Seamos el pollito amarillito y salgamos a buscar la solución a nuestros problemas, a luchar por el día a día, dejando a un lado nuestros miedos.