Mi esposa, mis hijos y yo, decidimos que nuestro pesebre sería fruto de nuestro trabajo y poco a poco fuimos realizando las figuritas que son el centro de nuestra sala. El pesebre es el invitado de honor en nuestra casa y con orgullo lo exhibimos a nuestros pocos invitados, pues el covid sigue impidiendo las grandes celebraciones. Pero el espíritu navideño se vive más bonito en grupos pequeños, en familia.
Felicitaciones a todos los ganadores de la semana pasada.