Buenas noches, aquí dejo mi entrada, al concurso de esta semana, invito a mis amig@s a participar.
El Ciento era un pueblito de cuatro calles, con casitas muy pintorescas. Todos se conocían y se apoyaban como habitantes de la pequeña comunidad. Su economía giraba en torno a la ganadería.
Con el pasar de los años, llegó el tren y con ello la prosperidad propia de una ciudad. El alboroto de personas que subían y bajaban de la estación creo nuevas fuentes de empleo. Todos estaban muy felices.
En un pueblo de tan solo cuatro calles de tierra se respiraba aire de prosperidad. Ya no se respiraba el olor a bosta de vaca y caballo, al que se habían acostumbrado
Don José, el zapatero,cerró su negocio y se apostó en el terminal del tren con una línea de taxi. María José,la peluquera, cambio de ramo y dispuso su local y su casa como posada para los turistas de paso...y así cada uno de los habituales oficios fueron cambiando, cambiaba todo, la manera de vestir, de hablar, de interactuar...y de pensar.
Pero hay algo que nunca cambia, llamalo destino, circunstancias, lealtad... Todos siempre volvemos al mismo origen, al mismo inicio, al mismo lugar, cómo alguno de nuestros ancestros, como la historia de doña Carmina y Teresa.
Doña Carmina,era una mujer que por tradición, costumbre o por no tener alternativa, se dedicó a la repostería. Era apasionada en el arte de crear postres, siempre creando y probando nuevas combinaciones de sabores, aromas,texturas, incluso colores. Deleitaba a los habitantes del pequeño pueblo todas las tardes para la merienda, o por encargo para una celebración especial.
Con la llegada de la nueva pastelería de la esquina, fueron perdiendo interés en los pasteles y dulces de doña Carmina. "Lo novedoso y lujoso llama más la atención mamá, nosotras no podemos competir", le decía Sonia, una de sus hijas.
Con el progreso llegan las oportunidades, los turistas y los romances. Las tres hijas de Carmina se fueron a la capital en busca de una mejor calidad de vida.
Carmina sabía que el conocimiento siempre es de utilidad, por lo que se dispuso a escribir sus recetas, pensando en dejar un legado, así como ella lo había recibído de parte de su bisabuela. Pero no era un libro de cocina cualquiera, este era un poemario, que tenía encriptada cada receta. Al finalizar lo guardo dentro de un piso falso dentro de su habitación, con una nota para quien lo encontrase.
Pasados los años, Carmina murió. Sus hijas envejecieron, y una de ellas con su bisnieta, terminaron viviendo en lo que fue un dia la pastelería de doña Carmina. Eran tiempos muy difíciles, ya no había tren, ni prosperidad, ni siquiera promesas. Había solo escasez y pobreza.
Teresa, la bisnieta de Carmina,se formo en la universidad como abogada, pero estaba en un país donde las leyes y los abogados no eran necesarios. Había que emprender, buscar la manera de salir adelante.
Un día, limpiando lo que sería su nueva habitación, encontró un cuaderno muy viejo, debajo de un piso falso. Era el diario de su bisabuela Carmina, con cada una de sus recetas encriptadas en forma de poesía, y una dedicatoria al final:
"Un oficio es un tesoro, que te dará de comer. Eres un ser creativo... sabrás lo que tienes que hacer.
Aquí te dejo este mapa, con recetas de cocina. Ve y encuentra tú tesoro, mantén la llama encendida...
No olvides nunca mi nombre, quiero que todos recuerden, que eres parte de mi legado: "los pasteles de ña Carmina".
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Muy linda e interesante tu historia me cautivo. Saludos!
Muchas gracias por visitarme 😘
@tipu curate 5
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