Imagen propiedad de @lanzjoseg

Cada vez que veo a un buhonero en la calle me hace recordar los tiempos de diciembre, sobre todo los de hace muchos años atrás, pues he notado que aunque dicen que la crisis hace que cada día haya mas vendedores informales, recuerdo muy bien que cuando la económica del país no estaba tan mal habían mucho mas buhoneros, pero la calidad de las ropas que vendían era mucha más elevada y había mucho mas que escoger y por supuesto mucha más gente en la calle comprando ropa.

En mi ciudad existe el mercado municipal, el cual abre los días de semana pero los días lunes es cuando llegan los buhoneros de la capital del estado y de otras zonas, en conjunto con los de aquí hacen que el mercado se abarrote de gente, antes los puestos no solo estaban en el perímetro del mercado sino que se extendían por todas las calles alrededor, causando un gran tumulto de gente y también de productos, porque no solo hay venta de ropa, sino que también están los de verduras frescas y otros productos, era increíble como cerraban las calles y en epoca decembrina era incluso muy difícil caminar por allí sin ser casi asfixiado por la gente, el ruido de los vendedores ofertando la ropa, gritando que sidos pantalones por tanto, tres blusas por tanto, llévelo barato, aproveche la oportunidad.

Pero la travesía de diciembre comenzaba primero en el mercado, la razón es que los buhoneros traían la mima calidad de ropa que en las tiendas del centro, recuerdo que me gustaba mucho comprar los pantanos allí porque eran de las mismas marcas y a mejor precio, pero luego de pasar por allí iba al centro de mi ciudad, donde además de las tiendas en sus respectivos locales, estaban los buhoneros que se colocaban en las plazas y en algunas calles del centro, allí era como una competencia de precios pero también de quien tenía los mejores modelos de blusas, pantalones y camisas, a pesar de que mucha gente criticaba que en diciembre el centro se volvía una locura llena de vendedores, yo extraño un poco esos días donde uno podía ir tranquilamente a comprar y el dinero le alcanzaba para todos, regresaba uno a la casa victorioso y agradecido con dios luego de haber obtenido los preciados estrenos de diciembre para toda la familia.

Esta es mi entrada al Concurso Observa Piensa Escribe.