En este contaminado y enorme espacio terrestre que habitamos (tierra), existe una cantidad innumerable de arañas que año tras año se siguen extendiendo numéricamente hablando debido a los nuevos registros de especímenes que se van sumando a la extensa lista que maneja el hombre, se estima que las especies registradas ascienden por encima de las 45.000 englobando a todos los continentes, siendo extremadamente difícil dar cifras exactas por distintos factores entre los que se puede incluir la ecología, biología y la geografía de muchas de ellas, hay lugares muy remotos y de complicado acceso que pueden estar habitados por especímenes nunca vistos por nosotros.
Gracias a todo esto, diría que se mantiene un guiño de diversión empujado por la curiosidad de miles de expertos que durante prolongados periodos de tiempo se dedican a la exploración e investigación en lo que parece ser una interminable búsqueda de nuevas arañas, lo que también ha dado forma y sentido científico a todos los estudios existentes, de manera que, al día de hoy se reconocen las especies de importancia médica y podemos encontrar una extensa base de datos para conocer más de cerca al siempre enigmático mundo de las arañas.
Para el siguiente artículo quiero mostrar algunas fotografias que logré recopilar sobre un ejemplar que lamentablemente no pude identificar, pese a esto, no existe ninguna limitante para no elaborar una publicación en base a todo lo que pude observar de esta araña el tiempo que la mantuve bajo cautividad, siempre hay cosas interesantes que se pueden desglosar sobre estas piezas indispensables del reino animal.
Dicho esto, desde hace aproximadamente 2 semanas mantuve en cautividad a una pequeña araña que encontré dentro de un computador que iba a ser desechado, era un ejemplar hembra que tenía una muy desalineada telaraña en uno de los segmentos internos del equipo, al momento de verla no manejaba una idea clara sobre algún dato taxonómico que me sirviera como referencia para dar inicio a la investigación porque era primera vez que veía a una especie como esta, en pocas palabras, había más preguntas que respuestas. Al cabo de 2 días el ejemplar elaboró una estructura de aspecto algodonoso que puede ser perfectamente apreciable en las imágenes de la derecha, para los que no sepan, esto se denomina ovisaco y es una estructura con una función muy especial para estos organismos, ya que dentro de este "saco" de forma esférico se encuentran una determinada cantidad de huevecillos de los que saldrá la descendencia del ejemplar que presento en esta publicación.
Esta esfera que parece algodón o pelusa es elaborada por la propia madre aprovechando sus capacidades para producir hilos de seda, los huevecillos se mantienen aislados y muy protegidos del peligro dentro de este saco al ser algo complicado acceder al interior del mismo; sin embargo, para las crías es relativamente fácil salir de él una vez que pasan algunos días tras emerger de los huevos, posteriormente se mantienen unos días cerca del ovisaco y de la madre para luego comenzar a dispersarse hacia rumbos diferentes.
En las siguientes imágenes se muestran las diferencias visibles entre un ejemplar adulto y una de sus crías, a la izquierda comparto una foto en donde aparecen el ovisaco, la araña adulta y algo borrosa aparece una de las diminutas crías, mientras que a la derecha están mejores imágenes de estos ejemplares en sus respectivas etapas de desarrollo. A su vez, al describir lo que se muestra en las imágenes se destaca que las diferencias entre ambos estados de desarrollo es muy marcada (ver imagen A y B), como se observa, en instares iniciales de unos 3 días desde salida del ovisaco son muy pequeñas y tienen una coloración café muy clara sin ningún otro rasgo distintivo (imagen A), mientras que la adulta evidencia colores mucho más oscuros junto a patrones blancos en ciertas partes del cuerpo (imagen B), a medida que una de estas crías progresan en lo que implica el desarrollo va mudando su cutícula y nuevos rasgos se comenzarán a hacer evidentes, esto además de obtener un aumento significativo en sus tamaños.
Durante todo el proceso de cautividad en el que mantuve a este ejemplar la estuve alimentando de pequeños insectos como hormigas y aplicando ligeros rocíos de agua en una de las partes del recipiente en donde la mantenía, al ser un ejemplar tejedor el alimento (vivo) era colocado sobre las partes más tupidas de las telas para que ella misma realizara la tarea de envolver e inyectar el veneno a sus presas, esto debido a que no reaccionara frente a presas que se le suministren muertas, aquí recalco que requieren el captar vibraciones para conseguir el alimento. A su vez, las crías que salieron del ovisaco poco a poco fueron liberadas en una zona rica en vegetación para que continuaran su ciclo en un entorno natural, la madre fue liberada días después en el mismo lugar.
Por otro lado, tras reunir varias fotos y observar la características del ejemplar procedí con la tarea de intentar la identificación del mismo, entre lo fácilmente apreciable se destaca una coloración rojiza muy oscura que es compartida en los 2 segmentos principales de su cuerpo (prosoma y opistosoma), se podría decir que su color es algo confuso debido a que lo rojizo solo es detectable cuando el ejemplar es expuesto a la luz (foto superior derecha), mientras que si permanece en un sitio poco iluminado se observará completamente negra, aquí la importancia de la luz (foto inferior derecha). Otra cosa necesaria para destacar en esta araña es que su tamaño también es muy pequeño al tener un aproximado de 5 mm sin contar el largo de sus patas, en la foto de la izquierda coloqué mi dedo índice junto a la araña para que puedan ver lo minúscula que realmente es, además se evidencia la presencia de 5 marcas blancas sobre el opistosoma (abdomen), las más grandes se ubican en modo de franjas poco definidas en cada lateral y una circular mucho más pequeña en la parte final.
Gracias a algunos rasgos observados en los ojos, patas y en la forma del cuerpo puedo decir que este ejemplar se ubica en la subfamilia mencionada en el pie de las imágenes (Latrodectinae); sin embargo, más allá de esta subfamilia de terídidos es realmente difícil saber algunas especies porque es un grupo que contiene géneros con miembros que son complicados para reconocer y diferenciar, siendo los más comunes las de géneros como el Steatoda y las muy "temidas" Latrodectus que tanto he mencionado en varios de mis artículos en la plataforma, los demás géneros menores o más desconocidos serían el Asagena y el Crustulina, siendo estos 4 los que conforman a dicha subfamilia. De igual manera, tras revisar distintos bancos de imágenes junto a información para comparar diría que este ejemplar de la publicación se puede ubicar como miembro de Asagena o dentro de Crustulina porque comparte muchas similitudes con varios miembros de los mencionados géneros, aunque en esta ocasión no puedo inclinarme más hacia uno de los 2, pues, es difícil para mí el diferenciarlos.
Las características externas como las 5 manchas blancas que se evidencian sobre el abdomen de este terídido no sirven de mucho para identificarla, ya que varias especies de los géneros mencionados (Asagena y Crustulina) también tienen estas manchas que varían en número, algunas tienen 2 e incluso más de 6, un ejemplar algo similar al del post sería la Crustulina guttata pero esta no se distribuye en américa según el World Spider Catalog.
Por otra parte, el método o la manera en como este pequeño ejemplar de terídido somete a sus presas también es bastante curioso, ya que al suministrarle las presas (vivas) sobre sus telas no se abalanzaba directamente sobre esta, en su lugar realizaba pausas cada vez que procedía a envolver a su presa, es decir, lo primero fue el inyectar el veneno en la presa, posteriormente se retiraba y luego volvía para comenzar a envolverla en la tela, se retiraba nuevamente para después volver a proseguir con el trabajo y así consecutivamente hasta que llevaba a su presa envuelta hasta la parte más baja de la tela. Todo el proceso mencionado pude verlo cada vez que le suministraba el alimento, desconozco en sí el motivo de esta táctica por parte del ejemplar de la publicación, aunque puede deberse a la cautela de no resultar herida durante el sometimiento de la presa, al inyectar el veneno la presa va perdiendo movilidad y esto facilita la labor de envolver con la tela, así que el ir y venir puede darle más seguridad para concretar la tarea de inmovilizar por completo a su presa.
Otro motivo de esta curiosa táctica de este terídido puede estar en la forma en la que está construida su desordenada red de caza, esta estructura no tiene forma y solo son hilos esparcidos sin orden por ciertos puntos, por lo que el ejemplar puede retirarse para luego arrastrar hilos más resistentes desde otros puntos hacia la presa que le garanticen o faciliten la tarea de envolver, aunado a esto, por lo general las tejedoras van produciendo más tela sobre la presa para ir envolviendo más rápido.
Todas las fotografías presentadas en este post pertenecen al autor @abneagro. Las imágenes fueron editadas con la aplicación Canva.
Algunas referencias e información de interés:
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