Entre elegancia y belleza, muchas variedades de bichos sobresalen en los entornos naturales al salir el sol o en plena oscuridad, durante esta última etapa del día y bajo la luz de la luna miles de polillas emergen desde sus escondrijos para realizar sus actividades, algunas suelen ser muy reconocidas por superar umbrales de daño durante sus etapas tempranas de vida o por sus excelentes contribuciones ecológicas, siendo varias de estas de una consolidada familia constituida por más de 20.000 ejemplares reconocida bajo el nombre Erebidae. La mayoría de integrantes de este grupo son bastante conocidos porque con mucha frecuencia quedan atrapadas dentro de las viviendas humanas, teniendo también el añadido de que tienden a tener tamaños considerables, lo que puede desatar temor y la posterior elaboración de supersticiones por nuestra parte; sin embargo, todos los ejemplares de erebidos son completamente inofensivos en lo que se refiere a cuestiones médicas, pero en temas agrícolas hay varias que si tienen su peso por ser dañinas en fases juveniles.
En perspectivas generales, esta familia se distribuye ampliamente y sin dudas por diversos rincones del mundo, son muy pocos los lugares que están exentos de la presencia de esta polimórfica familia de macrolepidópteros, aunque la temperatura o el clima desempeñan un papel clave en esto, pues, lugares con temperaturas muy bajas son los menos adecuados para la permanencia de las mismas. Ahora, para el siguiente artículo preparé un conjunto de fotografías sobre una polilla que semanas atrás encontré muerta, de manera que, a lo largo de este escrito se estarán mostrando y desglosando algunas de las características más importantes del ejemplar junto a varios datos referentes a su taxonomía y estilos de vida.
Ejemplar de la familia Erebidae y la subfamilia Erebinae:
Con una pobre variedad de colores, este ejemplar pertenece al grupo de los erebidos del que hablé en el segmento anterior, el mismo lo encontré muerto dentro de casa, muy probablemente ya tenía días dentro y al no encontrar la salida terminó muriendo, es importante destacar que durante el tiempo que lo encontré ya había presencia de muchas de estas polillas en el jardín, eran fáciles de visualizar en un horario comprendido entre las 5 a 7 pm (cuando todavía había luz natural), siendo este quizás el momento en el que iniciaban sus actividades. Este ejemplar presentado en las fotografías se ubica dentro de una polimórfica subfamilia que también lleva algo de discusión entre expertos llamada Erebinae, es probablemente una de las más estudiadas de los erebidos, pero de la que también se desconocen muchas de sus especies, tanto así que al día de hoy es realmente complicado saber cuantas de ellas hay registradas, pues, en las literaturas los números varían mucho estimándose más o menos una cantidad cercana o superior a las 10.000 especies, estando la mayoría de estas en los trópicos.
Por otro lado, la vida de estos ejemplares es muy activa durante la noche, para estos tienen diversas adaptaciones que les permiten saltar al peligro en ciertos momentos, por ejemplo, dicho grupo de erebidos cuentan con un pequeño órgano auditivo capaz de captar las actividades de los más más avezados depredadores nocturnos como los murciélagos, permitiendo esto el estar un ligero paso más adelante para no ser presas tan fáciles, lo demás podemos verlo con la pobre variedad de colores que tienen, detalles que les permiten desaparecer de la vista de otros.
Entre estos colores que se distribuyen por el cuerpo de este ejemplar modelo de erebido encontramos una muy marcada dominación del marrón con áreas grisáceas y ligeras manchas negras, todo esto mientras se observa con sus alas en completo reposo, es decir, sin que estas estén abiertas. En tamaño o envergadura de su cuerpo es medianamente grande, sus ojos de aspecto globoso también sobresalen fácilmente de su cabeza, destacándose la visualización de la pseudopupila o mancha circular negra en sus ojos por acción de la falta de luz en esa zona, esto puede ser visto en la imagen superior de la derecha en los ojos de la polilla, en la imagen B hay otra toma de los ojos pero mucho más cercana, apreciándose como detalles una serie de líneas blancas que muy probablemente no sean del ejemplar en sí, sino que puede deberse a que el insecto ya llevaba tiempo muerto y esto generó la degradación progresiva de los ojos.
De igual manera, la imagen A corresponde a una toma cercana de la pequeña pubescencia presente en la cabeza, en esta imagen se puede observar como el color de estos diminutos "pelos" se reparte entre el marrón y el blanco, destacándose también que este último color está presente en gran cantidad sobre el abdomen del ejemplar de erebido mostrado.
Por otra parte, en estas fotografías se muestra en parte la diferencia que el ejemplar de erebido posee en sus pares de alas en lo que respecta a color, pues, el par anterior o primer par es el que adquiere esa serie de colores entre los que predomina el marrón, pero el par posterior es completamente opuesto abundando en él una tonalidad blanca muy brillante, notándose también sobre este par una banda de color marrón oscuro que puede verse aun más brillante según el ángulo desde el que se observe. Dicho esto, en características asociadas a la coloración podemos observar que este espécimen de erebido a pesar de que tiene colores algo tenues, bajo el primer par de alas hay otro conjunto de colores mucho más atractivos por el brillo que dan las diferentes escamas que cubren tanto el par de alas posterior como todo el abdomen, esto hablando desde una perspectiva dorsal de su cuerpo.
Este ejemplar mostrado hasta ahora además de ubicarse dentro de la subfamilia mencionada anteriormente (Erebinae) también forma parte de la tribu Melipotini, la gran mayoría de estas no tienen mucha variedad en lo que a colores se refiere, casi todas tienen colores poco vistosos y algunas tienen tonalidades anaranjadas en el segundo par de alas, ahora en lo que sí llegan a tener o mostrar variantes más marcadas es en las figuras que se generan sobre sus alas (patrones) en donde colores como el negro o el blanco son los encargados de establecer dichos patrones en la mayoría de casos.
En el siguiente segmento del post podemos ver de una mejor manera los detalles anclados a su cuerpo, de esta forma, en la imagen superior de la izquierda se muestra una de sus alas anteriores junto a uno de los del par posterior, destacando gracias a esta imagen las notables diferencias entre ambas alas, siendo el posterior ligeramente más corto o pequeño. El primer par de alas en este erebido u semejantes es el que alberga los colores opacos por el hecho de ser el que siempre está más expuesto, esto del color se genera porque está cubierto por estas estructuras apreciables en la fotografía superior derecha que reciben el nombre de "escamas" por la apariencia que tienen y por la forma en como están acomodadas, además también son muy variables en tamaños y diseños estas pequeñas estructuras, por ejemplo, las mostradas en foto inferior izquierda son alargadas y con una forma más cercana a la de pelos, pero en su conjunto independientemente de sus formas son las que dan el color al ejemplar existiendo millones de ellas repartidas o amontonadas sobre su cuerpo.
Para este punto se destaca que por características el ejemplar era un miembro del género conocido como Melipotis, sobre este taxón hay varias especies de las que no se sabe mucho, pero hay otras que si son más conocidas por ser problemas algo recurrentes sobre plantas de la familia Fabaceae, muy posiblemente estas sean la fuente de alimento de las orugas de la mayoría de ejemplares de este género, la especie presentada en esta publicación sería la Melipotis acontioides.
Sobre este género no hay mucho que agregar, exceptuando el hecho de que sus miembros son llamados "polillas triangulares" por la manera en como se ven sus alas dorsalmente cuando las tienen recogidas, mismas que arrojan una figura muy similar a un triángulo, de allí el sobrenombre que tienen. A su vez, en Melipotis acontioides pude ver que los colores tienen ligeras variables, es decir, en algunas predomina más el marrón como en el ejemplar de este post, pero en otras puede verse este color sustituido por el gris, no tengo muy claro si esto se debe al sexo (macho y hembra) o es debido a simples variables en el color presentes en esta especie, lo cierto del caso es que no pude notar ejemplares dentro de este género que destacaran precisamente por sus colores, prácticamente todas tienen colores poco llamativos, siendo una excepción muy pobre la mostrada por la Melipotis fasciolaris, probablemente sea esta última mencionada la más vistosa del grupo.
Todas las fotografías pertenecen al autor @abneagro. Las imágenes fueron editadas con la aplicación Canva.
Algunas referencias:
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