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En nuestro cerebro hay más de cien mil millones de neuronas, estas nacen, se fortalecen y también mueren. De ahí que, para cuidar de este complejo órgano, debemos entrenarlo y ejercitarlo a lo largo de nuestra vida porque, por sorprendente que sea, nuestro cerebro es capaz de seguir generando neuronas y conexiones hasta pasados los 80 años. Por esta razón la neuroplasticidad es precisamente la capacidad de adaptación y de desarrollo que tiene nuestro cerebro. Se trata de un área de la neurociencia a la que se le dirige especial atención, dado que abarca todos los ámbitos de nuestra vida. Cualquier habilidad que quieras aprender, como tocar un instrumento, hablar un idioma o saber matemáticas, todas depende de la neuroplasticidad de tu cerebro.
¿Qué es la neuroplasticidad?
La neuroplasticidad, también conocida como plasticidad cerebral, es el proceso de aprendizaje neurobiológico. Consiste en la capacidad que tiene el cerebro para recuperarse, reestructurarse y adaptarse a nuevas situaciones.
De esta manera, cuando aprendemos algo nuevo, las neuronas forman redes para comunicarse entre sí y, al poner en práctica esta nueva enseñanza, estas se fortalecen facilitando su interconexión y comunicación, lo que permite desarrollar de manera más fácil esta nueva tarea o habilidad adquirida. Es decir, cuando el cerebro recibe estímulos, se ejercita el aprendizaje y la memoria a largo plazo.
Por esta razón, al entrenar la plasticidad cerebral es posible que algunos trastornos neuronales mejoren o que se ralenticen los efectos de patologías como el Parkinson, el Alzheimer, la Esclerosis múltiple o el TDAH.
Se trata de un concepto que surgió a principios del siglo XX, cuando, contrariamente a lo que se creía hasta ese entonces, se demostró que el cerebro de las personas adultas continúa desarrollándose a lo largo de toda la vida, aunque con una mayor lentitud.
¿Cómo mejorar la neuroplasticidad?
El cerebro es el órgano más complejo y misterioso. No obstante, pese a que todavía quedan muchas cosas por conocer y entender, los avances científicos han demostrado la capacidad que tiene este órgano de desarrollarse y de ser entrenado. En este sentido, para mejorar la neuroplasticidad cerebral es recomendable poner en práctica las siguientes tres pautas:
Dormir:
La falta de sueño provoca un declive en las funciones cognitivas, como aprender cosas nuevas o recordar información. De hecho, un estudio de la Universidad de California demostró que echar una siesta cada día entre 45 y 60 minutos mejora las conexiones de nuestras neuronas, es decir, aumenta la plasticidad cerebral. Por esta razón, el cerebro necesita un descanso de calidad para regenerarse.
Deporte:
Diversos estudios demuestran la relación entre el deporte, la capacidad intelectual y la salud mental. Y es que se ha demostrado que la práctica habitual de ejercicio físico genera nuevas neuronas, ayuda a prevenir enfermedades como la depresión o el alzhéimer y, en definitiva, aumenta la esperanza de vida.
Entrenar el cerebro:
El cerebro es como un músculo y tiene la capacidad de entrenar y desarrollarse. Sin ir más lejos, tal y como señala un estudio de PLOS ONE, realizar ejercicios de agilidad mental durante 15 minutos al día mejora la plasticidad cerebral.
El sudoku es uno de los ejercicios más comunes para mantener la mente pensando. Fuente
Estas pequeñas prácticas son hábitos sencillos para cuidarnos física y mentalmente. Sin duda, estas ayudan a mantener la capacidad de aprendizaje y de adaptación y a adquirir de manera más fácil nuevas habilidades y competencias, necesarias para el desarrollo personal y profesional en un ámbito laboral que cada vez se dirige hacia una perspectiva más global, donde las habilidades blandas adquieren mayor protagonismo.
English version
In our brain there are more than one hundred billion neurons, which are born, get stronger and also die. Therefore, in order to take care of this complex organ, we must train and exercise it throughout our lives because, surprising as it may be, our brain is capable of continuing to generate neurons and connections until we are 80 years old. For this reason, neuroplasticity is precisely our brain's capacity to adapt and develop. It is an area of neuroscience to which special attention is directed, since it covers all areas of our lives. Any skill you want to learn, such as playing an instrument, speaking a language or knowing mathematics, all depend on the neuroplasticity of your brain.
What is neuroplasticity?
Neuroplasticity, also known as brain plasticity, is the neurobiological learning process. It consists of the brain's ability to recover, restructure and adapt to new situations.
Thus, when we learn something new, neurons form networks to communicate with each other and, when we put this new learning into practice, they are strengthened, facilitating their interconnection and communication, which allows us to develop this new task or acquired skill more easily. In other words, when the brain receives stimuli, learning and long-term memory are exercised.
For this reason, by training brain plasticity it is possible that some neuronal disorders improve or slow down the effects of pathologies such as Parkinson's, Alzheimer's, multiple sclerosis or ADHD.
This is a concept that emerged in the early 20th century, when, contrary to what was believed until then, it was shown that the adult brain continues to develop throughout life, albeit more slowly.
How to improve neuroplasticity?
The brain is the most complex and mysterious organ. However, despite the fact that there is still much to know and understand, scientific advances have demonstrated the ability of this organ to develop and be trained. In this sense, to improve brain neuroplasticity it is advisable to put into practice the following three guidelines:
Sleep:
Lack of sleep causes a decline in cognitive functions, such as learning new things or remembering information. In fact, a study by the University of California showed that taking a nap every day between 45 and 60 minutes improves the connections of our neurons, that is, increases brain plasticity. For this reason, the brain needs a quality rest to regenerate itself.
Sport:
Several studies show the relationship between sport, intellectual capacity and mental health. It has been shown that regular physical exercise generates new neurons, helps prevent diseases such as depression or Alzheimer's and, ultimately, increases life expectancy.
Train the brain:
The brain is like a muscle and has the ability to train and develop. Without going any further, as a PLOS ONE study points out, doing mental agility exercises for 15 minutes a day improves brain plasticity.
Sudoku is one of the most common exercises to keep the mind thinking. Source
These small practices are simple habits to take care of ourselves physically and mentally. Undoubtedly, they help to maintain the ability to learn and adapt and to acquire new skills and competencies more easily, which are necessary for personal and professional development in a work environment that is increasingly moving towards a more global perspective, where soft skills are becoming more and more important.