Estoy segura que te habrás dado cuenta que alrededor del tópico de los poros y los puntos negros hay todo un mundo e incluso preocupaciones. En esta oportunidad te hablaré sobre los puntos negros y los puntos blancos, que intuyo, sabes poco de estos últimos.
Puntos blancos o filamentos sebáceos
Los puntos blancos o la otra forma más formal como se les conoce; filamentos sebáceos, son pequeños ductos que están contenidos de sebo y grasa y esto le permite a la piel estar hidratada. Suelen ser de color blanco, a veces amarillentos o verdes, depende mucho de tu color de piel.
Los lugares más comunes en dónde están son, en la nariz, en la barbilla.
Aunque los filamentos sebáceos y los puntos negros están contenidos de sebo, los primeros, al extraerlos suelen ser como un hilo blanco, no desaparecen así los quites, y no obstruyen el poro.
Puntos negros
Los puntos negros o también llamados comedones, aparecen cuando la piel produce sebo de forma excesiva, cuando no la retiramos a tiempo ese sebo se queda atrapado, se oxida y adquiere ese color negro.
Es común verlo en cualquier parte de la piel.
Ellos si obstruyen el poro, y puede ser estéticamente desagradable para muchos.
¿Qué hacer para reducir los detalles que nos disgustan de la piel?
- Lava tu cara con un jabón neutro, en la mañana y en la noche.
- Exfolia tu rostro cada 15 días.
- No uses las manos, para extraer algo que no te guste, lo mejor es que acudas con un profesional.
- Cambia las fundas de la almohada una vez por semana.
- Usa protector solar.
- Puedes emplear un mascarilla y usarla cada dos semanas.
- Lo más importante es que te alimentes bien, porque lo que está dentro de ti, se refleja en el exterior.
Son bienvenidas y bien recibidas las críticas constructivas y sugerencias.
¡Hasta una próxima vez!
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