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Si existía algo que me emocionaba era la idea de visitar, aunque sea en sueños, aquél gran y exquisito mundo de perfección absoluta. Ese lugar en mi mente que me hacía tocar con las manos las estrellas, y respirar con la vista puesta hacia el universo infinito. Un espacio en el que nada tiene sentido, pero donde soy libre de la tortura de la cotidianeidad.
Éramos un pueblo conocido por la sencillez de su gente. Crecí ayudando a cosechar frutos y lidiando con algunos animales de granja, lo cual a mi pensar, era un trabajo desafiante para alguien de mi edad. Eso es algo que cambió cuando comencé a ver el crecimiento de mis vellos púbicos y corporales, aunque entiendo que es parte de la evolución humana. Aunque, en este punto, yo no sentía que estaba creciendo como cualquier chico, me sentía agotado casi a día completo, y las fuerzas que me quedaban eran para controlar el fastidio interior que trataba de contener tras las órdenes de mis tíos, que eran quienes poseían el lugar.
Supuse que esto sería algo pasajero, tal vez parte de la rebeldía de todo adolescente de no más de 16 años de edad. Pero noté que no era solo yo quien padecía estas irritaciones espontáneas, también las personas de a mi alrededor las vi envueltas en exabruptos, que en algunas ocasiones, pasaron a ser parte de una violencia desenfrenada, como si de pronto lo que vieras de frente se trate de alguien que está poseído por un mal infernal.
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Esto no mejoró en absoluto. Todo a mi alrededor parecía cambiar de apariencia de manera drástica. Y cuando digo absolutamente todo me refiero a que los cultivos comenzaban a morir por la pesadumbre del ambiente. También algunos ganados presentaban primeros síntomas de aquél mal que nos perseguía, desprendiendo un hedor fétido de sus cuerpos, de manera tal, que uno podría llegar a pensar que no había mejor solución que el sacrificio.
Me alejé de mi familia sanguínea más cercana por cuestiones que no vienen al caso, pero si buscamos un por qué, podría decirse que querían para mí un entendimiento de cómo es ganarse la vida. Supuestamente estaría en este nauseabundo lugar por no más de 2 años, junto a mis estrictos tíos, de mirada poco compasiva, pero sorpresivamente atenta. Tal vez se preguntarán por qué no me regresé. Pues, para empezar ya había recorrido la distancia de más de doscientos kilómetros; por otra parte, no me querían de regreso hasta que no "haya madurado" lo suficiente.
Admito que los vi envueltos en problemas por mi temprana desobediencia y tendencia a crear el caos. Pero no fue más que lo que todo un joven hace a esa edad. El hecho de que mi familia sea mucho más devota que yo, era un buen punto para reflexionar. Aunque en este pueblo las cosas no eran diferentes, desde mi punto de vista.
Me hacían llamar Erick Gaubben, cuando mi nombre real es Albert Hoss. Supongo que por las historias que mi padre me contaba, podrían vincular mi nombre con las barbaridades que mi abuelo había hecho en este pueblo, que ahora parecía estar maldito. Pensándolo así, tiene todo el sentido del mundo que me hayan camuflado de esa manera, pues si todos se pusieran en mi contra, probablemente me encontraría en agonía.
Una de las tardes en las que trabajé en la granja escuché el disparo de una escopeta. Lo que imaginé era que estaban espantando algunos pájaros, o tal vez algunas de las ratas que solían rondar por el lugar. Pero al esconderme y mirar por una de las ranuras de aquél establo, pude divisar una discusión que me dejó perplejo. La mujer desprendía en llantos palabras de súplica a su esposo, quien le había disparado y vaciado otro cartucho a ese ya funesto cuerpo que yacía sin rostro por tamaño impacto.
Los días ya no eran tranquilos, lejos de serlo se volvían parte de la rutina al punto de estar preguntándome, ¿cuándo me tocará a mí? Por mi parte intentaba hacer de cuenta que lo que hacía era seguir sus creencias, aunque mucho interés no tenía al respecto. Mi tío, por el contrario, siempre me llevaba casi de manera obligada siguiendo los pedidos de mi padre por que su hijo crezca lo más sano posible, lejos de cualquier pensamiento oscuro.
Aquella última noche creo que fue la cúspide del horror que mi mente podía tolerar. Mi tío entró golpeteando la puerta de mi habitación. Tenía el rostro encrucijado, como si hubiese visto a la propia muerte. De hecho así fue, pero como testigo. Me asomé por la ventana y pude vislumbrar unas llamas que provenían del pastizal, donde claramente podía verse la silueta de alguien en una cruz, a la que comprendí que era una mujer por sus gritos que me resultaban desgarradores. La gente se comenzaba a amontonar, increíblemente siendo parte del espectáculo, y vociferando sin pudor alguno el fin de "esa bruja malnacida".
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Estaba temblando como un papel, pero mi tío, más allá de tener un cuerpo endeble y muy malnutrido por una enfermedad que lo carcomía por dentro, decidió sacarme de aquél maldito lugar, que parecía infestado con la plaga del mal. Corrimos rápidamente hacia su camioneta la cual tenía combustible para unos pocos kilómetros, pero podríamos llegar fácilmente al siguiente pueblo. De pronto, miré por detrás de mi hombro y acontecí lo que parecía una entidad de ese inframundo que tanto temimos, venido a la realidad.
Me estremecí totalmente al escuchar a distancia el rugido ensordecedor que hacía temblar hasta el suelo. Y lejos de seguir atormentándome, entré en un letargo y lo último que vi antes de desvanecerme, fue a mi tío esbozando por primera vez una sonrisa y diciendo que todo estará bien.
Desperté casi de un brinco, buscando una profunda bocanada de aire. Me toqué el rostro y noté que de mi ceja caía un poco de sangre. La camioneta estaba hecha pedazos, junto a un árbol al lado de una zanja. Y mi tío perecía tendido en el asfalto, manteniendo ese rostro sonriente de la última vez que lo vi con vida. Cuando creí que no podía más, unas luces en la noche del horror se hicieron visibles, a lo que entendí que aún había alguien dispuesto a socorrerme de esta cacería.
Hoy ya con diez años más sobre mis hombros, y con una familia a la que amo demasiado, puedo decir que las noches las deseo por los nuevos sueños que puedo imaginar. Nada ha cambiado desde entonces, pues puedo imaginar cosas increíbles y soñarlas como cuando era chico. Sin embargo, no puedo decir que no tenga pesadillas. De vez en cuando me aterran los horrores en los que el inframundo, venció por unos instantes, al bien común.
If there was something that excited me, it was the idea of visiting, even in dreams, that great and exquisite world of absolute perfection. That place in my mind that made me touch the stars with my hands, and breathe with my eyes fixed on the infinite universe. A space where nothing makes sense, but where I am free from the torture of everyday life.
We were a people known for the simplicity of its people. I grew up helping to harvest fruits and dealing with some farm animals, which in my opinion, was a challenging job for someone my age. That changed when I started to see the growth of my pubic and body hair, although I understand that it is part of human evolution. At this point, I didn't feel like I was growing like any other kid; I felt exhausted almost all day, and the strength I had left was to control the inner annoyance that I tried to contain behind my uncles' orders, who were the ones who owned the place.
I assumed that this would be temporary, maybe part of the rebellion of any teenager no more than 16 years old. But I noticed that it wasn't just me who suffered from these spontaneous irritations, I also saw the people around me involved in outbursts, which in some cases, turned into part of unbridled violence, as if suddenly what you were facing was someone possessed by an infernal evil.
This did not improve at all. Everything around me seemed to change drastically in appearance. And when I say absolutely everything, I mean that the crops began to die due to the heaviness of the atmosphere. Also, some livestock showed the first symptoms of that evil that pursued us, exuding a fetid stench from their bodies, in such a way that one could think that there was no better solution than sacrifice.
I distanced myself from my closest blood family for reasons that are not relevant, but if we look for a reason, it could be said that they wanted me to understand how to make a living. Supposedly I would be in this nauseating place for no more than 2 years, alongside my strict uncles, with eyes that were not very compassionate but surprisingly attentive. You may wonder why I didn't go back. Well, first of all, I had already traveled a distance of more than two hundred kilometers; secondly, they didn't want me back until I had "matured" enough.
I admit that I saw them involved in problems due to my early disobedience and tendency to create chaos. But it was no more than what any young person does at that age. The fact that my family was much more devout than me was a good point to reflect on. Although in this town, things were no different, from my point of view.
They made me be called Erick Gaubben, when my real name is Albert Hoss. I suppose that from the stories my father told me, they could link my name to the atrocities my grandfather had committed in this town, which now seemed to be cursed. Thinking like that, it makes perfect sense that they would have disguised me in that way, because if everyone turned against me, I would probably find myself in agony.
One afternoon when I worked on the farm, I heard the shot of a shotgun. What I imagined was that they were scaring off some birds, or maybe some of the rats that used to roam the place. But as I hid and looked through one of the cracks in that stable, I could see an argument that left me perplexed. The woman was pleading in tears to her husband, who had shot her and emptied another cartridge into that already lifeless body lying without a face due to the impact.
The days were no longer peaceful, far from it they became part of the routine to the point of asking myself, when will it be my turn? On my part, I tried to pretend that what I was doing was following their beliefs, although I didn't have much interest in it. My uncle, on the other hand, always took me almost compulsorily following my father's requests so that his son grows as healthy as possible, far from any dark thoughts.
That last night I think was the pinnacle of horror that my mind could tolerate. My uncle entered knocking on the door of my room. He had a puzzled look on his face, as if he had seen death itself. In fact, that's exactly what happened, but as a witness. I looked out the window and could glimpse flames coming from the grassland, where the silhouette of someone on a cross could clearly be seen, which I understood to be a woman by her screams that were heart-wrenching. People began to gather, unbelievably being part of the spectacle, and shouting without any shame the end of "that accursed witch".
I was shaking like a leaf, but my uncle, despite having a frail body and being very malnourished by a disease that was eating him from the inside, decided to get me out of that damned place, which seemed infested with the plague of evil. We ran quickly to his truck which had fuel for a few kilometers, but we could easily reach the next town. Suddenly, I looked over my shoulder and witnessed what seemed to be an entity from that underworld we so feared, coming to reality.
I shuddered completely as I heard in the distance the deafening roar that made the ground tremble. And far from continuing to torment me, I entered a stupor and the last thing I saw before fading away, was my uncle smiling for the first time and saying everything will be fine.
I woke up almost jumping, taking a deep breath. I touched my face and noticed a bit of blood running from my eyebrow. The truck was in pieces, next to a tree by a ditch. And my uncle lay on the asphalt, maintaining that smiling face from the last time I saw him alive. Just when I thought I couldn't take it anymore, lights in the night of horror became visible, and I realized that there was still someone willing to rescue me from this hunt.
Today, with ten more years on my shoulders, and with a family that I love dearly, I can say that I look forward to the nights for the new dreams I can imagine. Nothing has changed since then, because I can imagine incredible things and dream about them as when I was a child. However, I can't say I don't have nightmares. From time to time, I am terrified by the horrors in which the underworld briefly overcame the common good.
- Contenido creado por mí; con un leve estilo de escritura Lovecraft.
- Traducido del español al inglés con Hive Translator.
- Imagen principal editada en Canva.
Posted Using INLEO
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Esta historia de terror me encantó @vikvitnik 🤗, me imaginé un final completamente diferente, pensé que el protagonista moriría y que quedaría atrapado en el pueblo maldito para siempre. Menos mal que no fue así 😅, sentí su ansiedad cuando tuvieron el accidente y la entidad los perseguía. Saludos escalofriantes y gracias por publicar en #SpookyZone 👻👻.
¡Tranquilamente podría haber sucedido eso que pensabas! 😱
La idea en sí era que el relato tenga algo de tensión, pero no sea tan crudo, aunque en cierto sentido tenía que mantener un poco de esto para que se adapte al género que buscaba escribir. Creo que salió bastante bien, o al menos me siento conforme. Muchas gracias por tu comentario, lo valoro mucho.
Un saludo y que tengas un buen día.
¡Qué historia mi querido @vikvitnik! La verdad es, que no había más escenas de terror, porque con todo lo que contaste, fue más que suficiente para mantenerme en vilo y seguir tu escalofriante relato, hasta el final. No fue fácil, pero si se quiere, con un final "Feliz". Saludos, mi querido amigo. 🤗
Espero que hayas disfrutado de mi relato. Luego de mucho tiempo escribí algo, además retomé la lectura de un libro que me hizo recordar algunas palabras que solía utilizar. Que estés bien, un saludo grande.
Muy buena historia de terror, retratas muy bien,la incertidumbre y la tensión del protagonista. Debo decir que me atrapaste hasta el final con esta oscura historia. Muy buen trabajo.
Gracias por compartir tu historia espeluznante.👻
Excelente tarde con muchos
escalofríos.
¡Muchas gracias! Creo que logré el objetivo de que el lector disfrute el relato de principio a fin, pero con un espanto que pueda soportar 😁.
Gracias por pasar a comentar, un saludo.
No pude dejar de leer hasta el final, sentí mucha tensión, me encantó tu forma de escribir es elegante 😊 @vikvitnik
!BEER
¡Muchas gracias! Trato de dar lo mejor de mí, y que bueno que puedan sentirlo.
Un saludo, que estés bien.