Cariño hasta en la mirada. (es/en)

Mis saludos a la maravillosa familia de Hive. Desde pequeño siempre he sentido una especial atracción por los perros, en ellos siempre he encontrado amor y fidelidad, lo cual siento que me satisface desde el punto de vista sentimental y emocional.

Sería injusto si dejara de mencionar a Jack (Yak), mi perro policía que me acompañó durante mi etapa juvenil. Por aquellos tiempos había leído COLMILLO BLANCO, de Jack London, y decidí tomar el nombre para mi cachorro.

En aquel entonces vivía en el campo y cuando me divisaba en lo distante, corría a una velocidad increíble, mordía la parte inferior de mi pantalón y solo la soltaba cuando llegaba a mi casa y me sentaba.

Recuerdo que en una ocasión cacé un pato en el centro de una laguna, lo mandé y, aunque parezca increíble, lo puso a mis pies. Este perro siempre acompañaba a mi papá en sus labores en el campo, pero cuando yo iba de visita los fines de semana, no se separaba de mí ni un instante.

Pienso que la naturaleza es sabia, porque cuando ya tenía alrededor de catorce años se perdió, y por mucho que buscamos no encontramos ni rastro. De esa forma atenuó nuestro dolor pues abrigábamos la esperanza de su regreso. He escuchado a algunas personas afirmar que cuando los perros presienten su muerte desaparecen para evitar el sufrimiento de sus dueños.

Son los perros la fortuna
Que a la familia enriquece,
Como un jardín que florece
Bajo la luz de la luna.
Una caricia perruna
Despierta las emociones,
Y por sublimes razones
Los sentimientos se elevan,
Nos hacen felices, llevan,
La dicha a los corazones.

Pero en esta ocasión no solo quiero hablarles de Jack, sino también de dos perritos encantadores que tiene mi hermana, utilizo el diminutivo porque son pequeños de verdad: la hembra se llama Linda y el macho Hatuey, así los bautizó mi papá.

Cuando llega alguien de la familia forman tremendo alboroto, hasta de su mirada se desprende el cariño; saltan corren ladran o más bien gimen de alegría. Ante la presencia de desconocidos se muestran un poco huraños y muchas veces hay que echarles un regaño. Además cuidan constantemente la casa, no hay nadie que pueda entrar sin antes ser descubierto por ellos.

Con los niños son super especiales, inmediatamente mueven la cola y se pegan a ellos Acariciando y buscando caricias, se le suben encima como invitándolos a jugar; si los niños corren, allá van ellos siguiendo sus pasos.

Pero en el ámbito familiar dichos animalitos adquieren una dimensión especial. En primer lugar porque eran de mi papá, quien los cuidaba como niños, había que ver el amor con que los trataba y hasta hablaba con ellos como si fueran personas. Había cosas que entendían, por ejemplo cuando intencionalmente decía: -Niña (mi hermana) ¿vas a la bodega? Inmediatamente los perros corrían hacia ella.

En segundo lugar, lo que más nos estremece: durante el velorio de mi papá, los dos permanecieron echados debajo del féretro. Hubo alguien de la familia que fue a quitarlos y le pedimos que los dejaran; era como si le hubiesen estado rindiendo honor o despidiéndolos.

Hoy el cariño que sentimos por Linda y Hatuey se multiplica, los tenemos como una reliquia familiar. Muchas gracias por leerme.

Textos llevados al inglés por DeepL Traslate. Las imágenes utilizadas en el post son de mi propiedad, fueron tomadas por mi teléfono Redmi 9.

ENGLISH VERSION (clik here!)
Love even in the eyes (en/en).

My greetings to the wonderful family of Hive. Since I was a child I have always felt a special attraction for dogs, in them I have always found love and fidelity, which I feel satisfies me from a sentimental and emotional point of view.

It would be unfair if I failed to mention Jack (Yak), my police dog who accompanied me during my youth. At that time I had read Jack London's WHITE FANG and decided to name my puppy after him.

At that time I lived in the country and when he spotted me in the distance, he would run at an incredible speed, chew the bottom of my pants and only let go when I got home and sat down.

I remember on one occasion I caught a duck in the middle of a pond, I sent it in and, incredible as it may seem, it laid it at my feet. This dog always accompanied my dad in his work in the fields, but when I went to visit him on weekends, he never left my side for a moment.

I think that nature is wise, because when she was about fourteen years old she was lost, and no matter how hard we looked for her, we could not find any trace of her. In that way she mitigated our pain because we had the hope of her return. I have heard some people say that when dogs sense their death they disappear to avoid the suffering of their owners.

Dogs are the fortune
That enriches the family,
Like a garden that blooms
Under the moonlight.
A doggy caress
Awakens the emotions,
And for sublime reasons
Feelings rise,
They make us happy, they bring
Bliss to the hearts.

But this time I don't only want to tell you about Jack, but also about two lovely dogs my sister has, I use the diminutive because they are really small: the female is called Linda and the male Hatuey, that's how my dad baptized them.

When someone from the family arrives, they make a tremendous fuss, even their eyes show their affection; they jump, run, bark or even moan with joy. In the presence of strangers they are a little sullen and many times they have to be scolded. In addition, they constantly guard the house, there is no one who can enter without being discovered by them.

With children they are super special, they immediately wag their tails and stick to them, caressing and looking for caresses, they climb on top of them as if inviting them to play; if the children run, there they go following their steps.

But in the family environment these little animals acquire a special dimension. First of all because they belonged to my father, who took care of them as if they were children, you had to see the love with which he treated them and even talked to them as if they were people. There were things that they understood, for example when he would intentionally say: -Girl (my sister) are you going to the bodega? Immediately the dogs would run to her..

Secondly, what shakes us the most: during my dad's wake, the two of them remained lying under the coffin. There was someone from the family who went to remove them and we asked them to leave them; it was as if they had been honoring him or saying goodbye to them.

Today the affection we feel for Linda and Hatuey is multiplied, we have them as a family heirloom. Thank you very much for reading me.

Texts translated into English by DeepL Traslate. The images used in the post are my property, they were taken by my Redmi 9 phone.