Quien no ha querido tener una mascota cuando era niño? Creo que la mayoría hemos pasado por esa etapa, y así fuera un pollito queríamos tener en casa.
Conozco a muchas madres que se niegan a la idea de tener un animalito que acompañe a los hijos durante esta etapa, y si bien esta decisión implica una responsabilidad, también es una manera de enseñarles a los hijos sobre la importancia de hacerse cargo de alguien más.
En mi caso, mi hijo sentía un profundo temor a los animales (cualquiera) y siendo yo amante de los perros, quise que a través de un cachorro que creciera con él, ayudarlo a disipar un poco ese miedo.
Inicialmente quería traarlo como un juguete: lo cargaba como bebé, lo invitaba a jugar con sus carros, era divertido verlo tratar de socializar con él pero a su manera. Con el tiempo fue aprendiendo que aunque eran "niños" los dos, cada uno crecía a su modo, y debía respetar los gustos del perrito, así él fuera su dueño.
Cuando empezó a crecer, este perro de raza Boxer se hacía más fuerte y empezó el temor nuevamente, ya que sus juegos podían ser algo bruscos. Y es que de pie llegaba a medir casi los 1.70 centímetros. Tocó entonces enseñarlo a educar al perro, quien a pesar de sus travesuras, resultó un buen estudiante.
Definimos rutinas que él sabía al pie de la letra, y aunque para los paseos lo llevaba yo pues con su fuerza arrastraba a mi pequeño, ambos disfrutaban del tiempo juntos mientras caminabamos un rato. Cuando encontraba un lugar adecuado, lo soltaba para que corriera sin restricciones, pero al momento de partir, atendía el llamado a volver conmigo. Inclusive a veces se cansaba antes y regresaba mirándome como si dijera, ya vámonos.
Todo este proceso me ayudó no solo a enseñarle el respeto hacia los animales, sino también a hacerse cargo de alguien más, a tener disciplina para cumplir con todas las actividades pendientes, a honrar los compromisos, a defender lo propio y a responder por aquello que le fue encomendado.
Y aunque sigue con temor, ahora solo a los perros, es capaz de tolerar estar en un mismo espacio con otras especies, e inclusive con algunos caninos mientras no le ladren o sean agresivos con él.
English Version
Who hasn't wanted a pet when they were a child? I think most of us have gone through that stage, and even if it was a chick we wanted to have at home.
I know many mothers who refuse the idea of having an animal that accompanies their children during this stage, and while this decision implies a responsibility, it is also a way of teaching children about the importance of taking care of someone else.
In my case, my son felt a deep fear of animals (any) and being a lover of dogs, I wanted him to help dissipate that fear a little through a puppy that grew up with him.
At first I wanted to bring him as a toy: I carried him as a baby, I invited him to play with his cars, it was fun to see him try to socialize with him but in his own way. Over time he learned that even though they were "children" the two, each one grew in their own way, and he had to respect the dog's tastes, even if he was his owner.
When he started to grow, this Boxer breed dog became stronger and the fear began again, since his games could be somewhat rough. And it is that standing he measured almost 1.70 centimeters. Then it was time to teach him to educate the dog, who despite his mischievousness, turned out to be a good student.
We defined routines that he knew by heart, and although for the walks I took him because with his strength he dragged my little one, both enjoyed the time together while we walked for a while. When he found a suitable place, he let him run without restrictions, but when it was time to leave, he answered the call to return with me. Even sometimes he got tired before and came back looking at me as if to say, let's go.
This whole process helped me not only teach him respect for animals, but also to take care of someone else, to have discipline to fulfill all pending activities, to honor commitments, to defend what is yours and to be responsible for what was entrusted to him.
And although he still has fear, now only of dogs, he is able to tolerate being in the same space with other species, and even with some dogs while they do not bark or be aggressive with him.
Foto/Photo by: @mamaemigrante
Edición/Edited by @mamaemigrante using canva
Translated and formatted with Hive Translator by @noakmilo.
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Los niños aprenden mucho al tener una mascota, aparte de tener un amigo.
Los bóxers son los perros favoritos de Rosa
Qué bueno que tú hijo le perdió el miedo a los perros y le inculca valores para cuidarlos, a mi me encantan los perros desde niños y gracias a Dios 🙏 mis padres siempre me dieron gusto de tener mi perro.
Así es Marlu, es tener un compañerito que va creciendo con los pequeños, y es increíble los lazos que se crean entre ellos.
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Bien conducido como se debe tratar a una mascota de parte de un niños. Este boxer es precioso y el chico está feliz con él.