Como muchos saben a Pelussa y a Gata les gusta comer. Sobre todo, aman comer sardinas.
Ocasionalmente mi padre @capp compra sardinas para nuestra dieta. Además, ha incorporado comprar sardinas para Pelussa y Gata, porque considera que son importantes para su crecimiento.
Por si no saben, el año pasado la familia gatuna aumentó con la bendición de Gata trayendo a tres criaturas mágicas, que posteriormente fueron destinadas a otros hogares. Sin embargo, nos hemos quedado con uno de los tres gatitos. Así que la alimentación de los gatos Pelussa y Gata, se vio disminuida y pasó a ser compartido el consumo de sardinas entre ellos.
Algunas veces mi padre selecciona las sardinas para nuestras mascotas y se las da. Mientras, que, en otras oportunidades, se las doy yo. Así que decidí fotografiar el proceso y comentarlo con mi hermosa comunidad.
Por supuesto, Pelussa no tarda en comerse su sardina con demasiado entusiasmo.
Mientras que Gata sí que sabe disfrutar verdaderamente la vida, y ¿Cómo no, las sardinas? Así que poco a poco come su sardina, aunque suele dejar la cabeza de esta, por una extraña razón.
Por su parte, nuestro pequeño Chimuelo (a quien ahora pienso que no le puse el nombre indicado) todavía se está aprendiendo e iniciando en las artes de deleitarse con las sardinas y otro tipo de comidas.
Sin embargo, ¡Sabe disfrutar y conoce el olor de una deliciosa sardina! Porque escucha, percibe y huele cuando será el momento de comer.
Algunas veces, Gata abandona la sardina, por muchos maullidos o entusiasmo que tuviese hacia alguna de ellas.
Por lo tanto, Chimuelo se apresura en terminar su sardina para comerse los restos de la de su madre.
Otras veces, es Gata que se come lo que ha dejado Chimuelo, porque no quiso más.
Sin duda, una de las horas favorita de mis mascotas, es cuando les sacamos sardinas para comer.
En ocasiones, es Gata la que termina y vela a Pelussa, pues a Gata no le gustan las cabezas de las sardinas, ni siquiera se come el cuello.
Al principio, cuando le ofrecimos sardinas a Chimuelin, Gata estaba atenta a verlo comer, pero nuestro pequeñito gato, se desenvuelve con facilidad en comer.
Muchas por no decir todas, son las oportunidades de Pelussa de pescar y comerse la cabeza de la sardina de Gata, así que se lleva la lotería en un millón, ese día.
Sin más, encontramos estas dulces patitas de gato esperando una nueva sardina para comer.
As many know, Pelussa and Gata like to eat. Above all, they love to eat sardines.
Occasionally my father @capp buys sardines for our diet. He has also incorporated buying sardines for Pelussa and Gata, because he feels they are important for their growth.
In case you don't know, last year the cat family grew with Gata's blessing by bringing in three magical creatures, who were subsequently destined for other homes. However, we have kept one of the three kittens. So the feeding of the cats, Pelussa and Gata, was reduced and the consumption of sardines was shared between them.
Sometimes my father selects the sardines for our pets and gives them to them. While, at other times, I give them to him. So I decided to photograph the process and share it with my beautiful community.
Of course, Pelussa is quick to eat his sardine with too much enthusiasm.
While Gata really knows how to enjoy life, and how could she not, sardines? So little by little he eats his sardine, although he usually leaves its head behind, for a strange reason.
For his part, our little Chimuelo (whom I now think I didn't give the right name) is still learning and initiating himself in the arts of delighting in sardines and other types of food.
However, he knows and enjoys the smell of a delicious sardine! Because he listens, perceives and smells when it will be time to eat.
Sometimes, Gata abandons the sardine, no matter how many meows or enthusiasm she has for one of them.
Therefore, Toothless hurries to finish his sardine in order to eat the remains of his mother's.
Other times, it is Gata who eats what Toothless has left, because she didn't want any more.
Without a doubt, one of my pets' favorite times is when we take sardines out to eat.
Sometimes, it is Gata who finishes and watches over Pelussa, because Gata does not like sardine heads, she does not even eat the neck.
At first, when we offered Chimuelin sardines, Gata was attentive to see him eat, but our little cat is very good at eating.
Many, if not all, are Pelussa's chances to catch and eat the head of the Gata sardine, so he wins the lottery in a million, that day.
Without further ado, we found these sweet little cat paws waiting for a new sardine to eat.
Thanks to the community and everyone who supports my original literary and photographic content!/ ¡Gracias a la comunidad y a todos los que apoyan mi contenido original literario y fotográfico!
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