Chaaaaama, qué divertida aventura. Me ha gustado muchísimo cómo cuentas la evolución de la niña que claro que aprendió a decir y pedir pan desde chiquitica, luego experimentó con las uñas para dolor de su hermana y amigas, para luego "tragarte" el balón presentado al bello, inmenso y querido Manuel :) ¡Me reeeeeí mucho! Bienvenida, K.
Jajaja me alegro que le haya gustado, muchas gracias!!
Ahora sí te sigo (el ancho de banda me engañó antes, jejeje)
jejeje