Un poco de historia
Cuando hablamos de artes marciales japonesas, se nos viene a la mente que esta práctica marcial es algo muy común en Japón, todos sus habitantes estarían obligados a entrenar algún arte marcial de forma casi obligatoria o tener algún factor genético que haga lanzar patadas, puños y llaves a los pequeñitos niños del Japón, pues esto está un poco lejos de la realidad actual. Es cierto que nuestra época las artes marciales en Japón tienen una popularidad bastante notable en el pueblo nipon actual, aunque no siempre fue así. Hubo una época donde llamada “periodo Tokugawa” (comprendido entre 1603-1864) donde Japón fue dominada por la dinastía Tokugawa. Durante esta época Japon fue dominada por tres figuras importantes, el emperador, shogun y los daimyos. Estos últimos servían como una especie de gobernadores o señores feudales, cada provincia estaba dominada por un daimyo y en la mayoría de ocasiones existía mayor fidelidad a los daimyo que al emperador. El shogun era la máxima autoridad militar del antiguo japón y representaba una figuraba de mucha importancia para las decisiones políticas y militares. También está la figura del emperador con gran peso en las decisiones políticas debido a su linaje aunque era considerado mas una figura carismática.
En esta época las artes marciales tenían un significado totalmente diferente al que tenemos actualmente, antes eran consideradas como “arte de la guerra” (Bugei) ya que tenían un uso totalmente militar, una vía para derrotar al enemigo de la mejor manera. Su práctica nada mas era estrictamente de uso militar y era reservada nada más para la clase samurái, ya que las otras clases tenían prohibido la practica marcial y la practicas de guerra, las otras clases estaban sometidas fuertemente a sus prácticas cotidianas como los campesinos. Estas prácticas marciales iban acompañadas de un código samurái moral, el código bushido. El código bushido daba importancia a varios principios éticos samuráis como la valentía, cortesía, lealtad, honor, benevolencia, sinceridad y justicia. Todos estos principios estaban muy influenciados por la doctrina de confucionismo.
En Japón a finales del siglo XIX estaba existiendo un descontento con los lideres debido a su debilidad mostrada con las potencias extranjeras, lo que genero un miedo a la idea de que Japón fuera dominada por una potencia extranjera, aunque durante gran parte del periodo Tokugawa Japon fue totalmente aislada del mundo exterior. En 1864 empieza la restauración Meiji, una nueva época donde Japón sufre un cambio de mandato (la dinastía Meiji) y contemplaban un proceso de modernización o occidentalización, esto sucede debido a que tiene que modernizar sus fuerzas y tecnologías militares para poder alcanzar una defensa ideal contra naciones que quieran invadir, aquí empieza algunos cambios en las artes marciales.