-_Extinguiendo Un Incendio En El Bosque, Desde Dentro_-

in #life7 years ago (edited)


   Sí, así es como quedó parte de la Sierra Calderona tras el incendio, que afectó tanto al municipio valenciano de Gátova, como a los municipios castellonenses de Segorbe, Altura y Soneja.

   Un total de 1.200 hectáreas arrasadas (12.000.000 de metros cuadrados), que se atribuye al impacto de una rayo en un árbol durante una tormenta eléctrica.

   Allí estuvimos unos 500 efectivos a pie y unos 30 medios aéreos para conseguir reducir el fuego.

   Pero comencemos por el principio de esta historia...

Para aquellos que no sepáis cuál es mi profesión actual, aquí tenéis una de las introducciones a mi vida que habla sobre ello.
[ENGLISH/SPANISH] Well...,This Is Me! (Part 1) / Bien...,Este Soy Yo!! (Parte 1)

   Nuestro pelotón fue alertado a las 06:00 para relevar  y darle un merecido y necesario descanso a los otros pelotones que estaban combatiendo el fuego durante la noche.

   El personal fue distribuido en diversos vehículos, tales como autobombas, nodrizas, vehículos de transmisiones...

   Al grueso del personal nos metieron en un autobús tras coger todo nuestro equipo y nos dirigimos hacia el punto de inserción en el bosque.

   Un trayecto de unos cincuenta minutos desde nuestra base militar.

   Una vez llegamos al bosque, asignaron zonas de ataque al fuego a nuestros jefes de pelotón, y nos dividimos por equipos.

   Nos equipamos plenamente con casco, siroquera, cubrenucas, gafas de protección, mascarillas, guantes ignífugos, botas ignífugas y refugio ignífugo y sacamos y preparamos todo el material necesario para el ataque y defensa de las zonas asignadas, tales como azadas, hachas, picos y una gran cantidad de mangueras con agua a presión, por supuesto.

   Nuestra autobomba fue asignada a una zona sensible, donde un posible retorno del fuego debido al cambiante viento y las altas temperaturas, podría haber reavivado el fuego y quemar algunas zonas verdes que no se habían quemado.

   Y no íbamos a consentirlo.

   Así que comenzamos introduciéndonos en las zonas ya quemadas, y suprimiendo todos aquellos rescoldos susceptibles de producir un nuevo foco por su proximidad con dichas zonas no quemadas previamente.

   En mi caso era mi primer incendio real, pero tuve la suerte de contar con una gran equipo de profesionales y veteranos en mi pelotón, así que entre todos conseguimos hacer el duro trabajo más fácil y, por supuesto, conseguir nuestro objetivo.

   El trabajo de campo es duro, debo reconocer; vas con mucho equipo encima que se suma al calor de las altas temperaturas, el humo enrarece el aire, las cenizas se te meten en los ojos en cualquier ocasión que levantes las gafas para secarte el sudor, los tendidos de manguera con agua a presión se hacen muy pesados cuando llevan muchos tramos y hay que moverlos con ligereza hacia arriba y hacia abajo de la abrupta orografía de la montaña para poder atacar las diversas zonas afectadas.

   Mucho esfuerzo físico y mucha pérdida de líquidos pero que mitigábamos con las abundantes botellas de bebidas isotónicas y de agua, así como bolsas de comida y bocadillos a varias horas, que nuestra buena Sección de Abastecimiento nos proporcionaba en línea.

   La zona era también complicada por ser un entorno urbano forestal, alternando zonas de bosque con zonas urbanizadas, tales como chalets, pequeñas casas de campo, almacén de aperos de labranza, etc...

   Gracias a nuestro trabajo toda aquella zona quedó asegurada y no tuvimos que lamentar ningún tipo de daño personal o material.

   Como comenté anteriormente, la jornada fue agotadora; acabamos a las 21:30, hora en la que otra sección de nuestra unidad nos hizo el relevo, para seguir controlando el incendio por la noche y que no se reavivara.

   Un total de diecisiete horas pasaron desde que me desperté aquel día hasta que llegué de nuevo a casa, con una agradable sensación de haber colaborado a que aquello no fuera a más; a salvaguardar nuestra querida y tan importante flora y fauna local.

   Porque os digo una cosa queridos/as amigos/as y compañeros/as...

   Aunque acabé extenuado...

   No hay nada más gratificante que la sensación del deber cumplido.



Cabo Cabanes, Especialista en Telecomunicaciones.



Sort:  

Al menos se cumplió la misión de apagar el incendio y aseguraron la zona. Saludos

Eso era lo importante @mauriciovite; que la cosa no fuera a más.

Oye mira que bien que te dedicas a salvar vidas y al planeta de verdad para mi tu trabajo es unos de los mas importante del mundo y te felicito por darlo a conocer . se ve q eres un ser despierto namaste

Namasté @freecreative
Se agradecen tus bonitas palabras; se hace lo que se puede.

Mucho ánimo. Con gente como tú este mundo no se convertirá en un desierto en los próximos años.

Muchas gracias @trenz
Recemos porque eso no ocurra, desde luego.

Joe tío que pasada... que tristeza ver todo lo que se ha perdido, todo el terreno desolado... lo que tarda la naturaleza en crear algo tan bonito y lo poco que se necesita para echarlo todo a perder... ¡¡¡GRAN TRABAJO TÍO!!!

Hey figura! Muchas gracias; hicimos todos lo que pudimos.
Y sí, doce millones de metros cuadrados es una cifra impactante, sin duda. Equivale a 1/3 de la extensión total del parque de la Sierra Calderona.
Por desgracias estas cosas ocurren, algunas veces de forma natural y otras de manera intencionada...; esas son las que más duelen.
Cuando estás allí viendo toda esa devastación..., viendo animalitos muertos..., te preguntas ¿cómo puede haber alguien tan jodidamente descerebrado o desalmado?
En este caso se atribuye a un rayo pero la investigación sigue abierta.

De un modo u otro... muchísimo perdido.

Qué pena ver el monte así. Al menos esta vez no fue provocado. Gracias por tu trabajo @dresden y a todos tus compañeros. Ojalá no sea un verano duro para vosotros. Un fuerte abrazo.

Esperemos que no haya más incendios @nicolasfc, pero si los hay, ahí estaremos para combatirlos.
Gracias por tus palabras de apoyo.

increible...buen trabajo

He mirado todos tus posts por encima al llegar a casa, y he abierto este el primero. El incendio de un bosque me parece uno de los espectáculos más tristes que se pueden contemplar, pero por suerte hay equipos como el tuyo que evitan males mayores. Enhorabuena, Cabo Cabanes, y sobre todo, gracias.