Guacamayas

in #life7 years ago (edited)

Supongo que debo empezar por presentarme, pero, en este instante, no vienen muchas cosas sobre mi que pueda compartir. Más adelante (si de verdad me animo y escribo otro post a futuro) tomare el tiempo suficiente para cumplir con el protocolo de presentación social.

Un par de días atrás un vecino publico un post muy cool sobre fotografía en otra red social; el día de ayer, otro conocido, en este caso un amigo de la infancia llamado Regulo Gómez, también hizo lo mismo en la misma red. ¡Como bien dicen por allí, la curiosidad mato al gato!

¡En mi caso una Gucamaya detono mi curiosidad!
Se las voy a presentar para que entiendan un poco de que hablo
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Y si estimados extraños, a veces un cliché es la mejor manera de romper otro cliché...

Tengo un par de días encerrada en mi casa por motivos personales, que pronto contare.

Hoy desperté a la misma hora, en la misma cama, bajo el mismo techo y con el mismo sentimiento de: ¡Hey mundo! ¿Que hacemos con los mil y un pensamientos que tenemos desde hace meses en nuestra cabeza? (Si, puede que sea un pedazo de mi, suelo hablar en tercera persona porque les juro que mi terapeuta alguna vez me dijo que era bueno para explicar o exteriorizar mis sentimientos, y si no lo dijo no importa, igual me funciona).
Como les estaba diciendo, hoy desperté en lo mismo; misma rutina que por así decirlo no es rutina. Llevo algunos días despertando en la madrugada y hay algunas madrugadas en las que he despertado, he visto que mi reloj marcan las 4 a.m y que rayos...

Me voy al balcón a esperar que se hagan las 5:30 a.m para ver como va saliendo el sol; entiendo que para algunos esto suene descabellado, pero por muy senil prematuro que esto se vea, el tiempo, y, sobretodo, la misma vida me ha enseñado a apreciar las pequeñas cosas que pasan frente a mis narices y valen la pena apreciar.

En fin, voy a retomar el tema de mi nueva amiga fugaz (quienes vivan en Venezuela pueden comprender un poco a que me refiero con amigo fugaz), somos un país que por llamarlo de alguna manera ¿En exilio?... ¡Somos un fucking país en exilio permanente! Conocemos personas y ya el protocolo habitual de una cerveza o un café, acompañados de tertulias sobre intereses en común, siempre va aderezado con la incomoda e indispensable pregunta de: ¿Tienes planes a corto plazo de irte de Venezuela?
Seamos sinceros... ¿Cuántos de ustedes (los que aun vivimos en Venezuela) no han dejado un pedacito de su alma en maiquetía? Demasiados, bueno, mejor les muestro otra foto de la amiga fugaz que hice hoy
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Justo en este instante son las 11:20 pm. Empece a escribir esto con ciertas dudas hace un rato ya, pero creo que hasta esta surgiendo el divino efecto placebo de catarsis. Le podemos sumar el aguacero que esta cayendo y les juro por dios estimados desconocidos, que la lluvia es uno de los placeres más profundos que atesora mi alma.

Empece hablando de los protocolos sociales a veces incomprendidos por mi, pasando por la Guacamaya que fue el detonante de estar sentada aquí frente a la pc, pase por los dolores que repercuten en nuestra cabeza cada vez que escuchamos la palabra maiquetía y la bendita imagen de Cruz Diez que va a estar grabada siempre en nuestra mente desde aquella última vez que despedimos a alguien muy querido.

Acá va otra imagen de mi amiga Guacamaya (quien tenga una copa en la mano, por favor brinde por ella)
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Retomando el título de este post le voy a hacer merito. Tal como explique varias líneas atrás, resulta desesperante despertar cada día con la incertidumbre de lo que va a pasar el día de hoy (si alguien afuera de Venezuela llega a leer esto, por favor coloque en su navegador de preferencia: Venezuela e hiperinflacion y se los juro que entenderán); aún más cuando llevo una vida rutinal (por cierto, me volví experta diferenciando el sonido de un disparo contra al sonido de un cohetón). Aclaro esto, porque hace unos minutos sonó algo parecido y supe diferenciar de que se trababa de unos fosforitos (niños dueños de esos fosforitos, me disculpan, pero les tengo cierta envidia).

Tratare de resumir lo máximo esto en este momento; hoy desperté con la misma desesperanza de cada día (de verdad no quiero engañar a nadie, vivir en Venezuela a largo plazo resulta un deporte mental de alto riesgo) pero adivinen... Mientas me preparaba para desayunar, la pana Guacamaya apareció de la nada; unamandarina y un platano fueron suficientes para estar con ella por casi dos horas. Coloque su foto en otra red social y de verdad el contacto que tuve con ella, tal cual como lo describí en el otro medio fue: Caracas muerde, pero cuando te ragala una caricia juro por dios que llega hasta el alma.

En fin.

Mi cabeza tiene muchas cosas que vomitar, así que es muy probable que nos leamos pronto.

Saludos.