De cuando aprendí lo que significa “No escuchar a la gente”

in #life7 years ago

"¡A menos que paguen tus deudas no prestes atención a nadie!"

¡Saludos Steemianos! Bienvenidos a mi blog, hoy quiero compartir mis conclusiones acerca de una frase que todos hemos escuchado alguna vez y cuyo significado quizás no todos podemos percibir y es:

No escuches lo que dice la gente, es algo que dicen las grandes personalidades del mundo del entretenimiento, y muchas otras personas exitosas ya que todos han tenido que lidiar con las opiniones ajenas.
Cuando escuchaba la frase “no hagas caso lo que diga la gente” pensaba: “Pero si yo salgo a tirarle piedras al vecino mi familia se va a molestar y me van a decir que estoy loca, y tendrían razón”.

Pero no es así en todos los casos de hecho se va complejizando, hablamos de esperar aprobación o autorización de otros o todos los que te rodean para actuar u opinar, las principales personas que pueden ejercer de censores o jueces son nuestra familia, con ellos aprendemos todo, (cosas útiles y otras no tanto) ellos cuidan de nuestros pasos, pero su opinión e influencia solo debe afectarnos hasta cierto punto. Llegará el momento en el que dejemos de prestar atención a su opinión y empezar a vivir nuestras vidas con nuestras propias decisiones y nuestros propios errores. Si es necesario incluso desaprender cosas que nos demos cuenta no necesitamos.

En efecto, todavía siento respeto por la opinión de mi familia, pero si en algún momento alguno cuestionara mi forma de vida, mis relaciones o mi trabajo no dejaría cabida para críticas destructivas, los detendría inmediatamente ya que considero que mis decisiones hasta ahora me han llevado por el camino que quiero, soy independiente. Cuando necesito un consejo lo pido a quien creo que realmente me aportará ideas inteligentes.

Usemos un ejemplo con algo a lo que todos podamos relacionarnos, supongamos que llegamos un día al mar, la playa está hasta el tope de gente, tenemos quizás dos o tres años sin ir, nos sentamos en la orilla y antes de entrar le preguntamos a tres personas de diferentes edades, géneros, contexturas ¿Cómo está el mar?

  • El niño de 6 años que está emocionado con sus conchas de mar en las manos te responde: “Increíble mira lo que encontré”
  • Una joven de 13 años, en la flor de la pubertad, medio gordita, luce el traje de baño que le regaló su abuela, puede decir “Horrible, las olas están muy fuertes, ten cuidado pues a mí me arrastró hasta esa punta y me lastimé. Hasta luego”.
  • Un adulto de 30 años que lidia con una novia algo borracha, fácil puede decir: “No sé la verdad medio fría, medio caliente, en fin necesito salir a que mi novia coma algo”.

Si tuvieras que basar tu decisión de si entrar o no al agua según alguna de estas opiniones ¿Cuál escogerías?
Un ingenuo escucharía al niño (ojo no digo un tonto) digo ingenuo porque la mirada de un niño siempre obvia pequeños detalles que para un adulto pueden ser importantes (sobre todo si es un niño con flotadores en los brazos que ha pasado el día con el agua a las rodillas). Un pesimista oiría a la adolescente y se conectaría con su actitud y seguramente también le iría mal. Y el tercero pues le vale madres si influencia tu respuesta o no.

Y la respuesta correcta a la pregunta es:

La verdad es que tienes que meterte en el agua y probar por ti mismo, ya que a nadie le gusta de la misma temperatura, el mismo azul, la misma compañía o la carencia de la misma, la música o el silencio, ir sobrio o alucinando.

Creo que en la vida hay ciclos que se repiten en diferentes aspectos, sobre todo en las decisiones trascendentales, como ¿Qué carrera quiero estudiar? ¿Será bueno que me case con esa persona? Incluso sin necesidad de preguntar “la gente” a tu alrededor hará expresa su opinión, ya sea tu familia, amigos, pareja, y la verdad es que pueden estar cargados de buenas intenciones pero eso es irrelevante, lo importante es que tú sepas que puede ser bueno o no para ti de acuerdo a tus planes y lo que tu buscas, es posible cometer errores, mejor dicho es seguro que cometerás errores pero el peor error es para mí el error que se comete al seguir el consejo ajeno, porque al menos el error que es tuyo es defendible, pero el otro es simplemente peor.

¿Y porqué está demás la opinión ajena?

Veamos el concepto de Subjetividad

Según la Real Academia Española
http://dle.rae.es/srv/search?m=30&w=subjetivo
subjetivo, va.
Del lat. subiectīvus.

  1. adj. Perteneciente o relativo al sujeto, considerado en oposición al mundo externo.
  2. adj. Perteneciente o relativo al modo de pensar o de sentir del sujeto, y no al objeto en sí mismo.
    Perteneciente o relativo al modo de pensar o de sentir del sujeto, y no al objeto en sí mismo.

Es decir, el arte, la estética, la comida, la moda son cuestiones que obedecen al gusto y preferencia de cada quién, en el arte nada es absoluto, por ejemplo nadie tiene el dedo mágico para definir lo bueno o lo malo (aunque alguno críticos se rehúsen a creerlo) la verdad es que a algunos les gusta Warhol a otros Pollock, algunos odian a DaVinci otros desprecian a Mondrian, y todos tienen derecho a expresar su opinión, eso no la talla en piedra.

La subjetividad también se traslada a la vida cotidiana, no todos escogemos las mismas cosas, existen los valores y los anti valores lo que para algunos pueda parecer feo para otros puede ser fascinante.
Los seres humanos somos complejos y de acciones contradictorias, por un lado condenan la sexualidad explícita y las conductas grotescas pero un video en youtube de un grano de pus en la cara puede tener fácilmente196.000 reproducciones, es decir ese número de personas han accedido a observar como alguien saca pus de su rostro en frente de una cámara.

¿Y EN MANOS DE ESA GENTE DEJAMOS NUESTRAS DECISIONES?

Si volvemos al ejemplo de la gente en la playa, podemos utilizar un método que nos enseñan en la escuela de teatro para analizar obras y su contenido, se llama Sincronía y Diacronía y se trata de investigar quién escribió la obra, donde y en que contexto, por ejemplo “Las Brujas de Salem” fue una obra cuyo título en inglés es “The Crucible” y fue escrita por Arthur Miller, al leerla nos remonta a la historia de un grupo de jóvenes cachondas y manipuladoras de 1600 en los Estados Unidos por quienes se sacrificaron un montón de mujeres por la sospecha de ser brujas, pero si miramos la biografía de Arthur Miller nos toparemos con que vivió en EEUU justamente los años en que se hacía una “Cacería de brujas” a los acusados de comunistas (como Arthur Miller quien estuvo casado con Marilyn Monroe). Entonces su obra toma otro sentido.

¿Y de qué nos sirve esa información en el día a día?

La opinión de las personas está sugestionada a su experiencia de vida, su visión, costumbres e incluso humor, considerando que la opinión de alguien puede variar completamente de acuerdo a los acontecimientos más recientes incluso del mismo día.

Si miramos con detalle a la adolescente y notamos esa franela que su madre le obliga a utilizar para que no se queme y a quien una ola acaba de arrastrar a la orilla quizás entenderíamos porque su mal humor, además que es una característica de la edad.

Quizás tu opinión acerca del mar es completamente distinta a las otras tres anteriores, quizás notas algo que los demás no, quizás descubres un peligro y salvas una vida, quizás descubres que eres alérgico al mar, en fin la mejor forma de vivir y aprender es tener audacia, iniciativa, evaluar la circunstancias y probar por ti mismo.

Otro ejemplo que podemos tomar de nuestra amada cultura pop para explicar por qué no debemos tomar en serio todo lo que nos dicen así sean personas que nos aprecien, es cuando en la película “Sexo en la Ciudad” Miranda le dijo a Big que pensaba que estaban locos por casarse y que el matrimonio arruinaba todo.

Miranda ybig.jpg

Lo último que hubiese querido era hacer que su mejor amiga cayera en una profunda depresión luego de que su novio la dejara en el altar pero indirectamente lo hizo.
Imagen cortesía de

Eso te da una lección: A veces hasta las palabras de alguien que te ama pueden hundirte, aunque esa persona no lo sepa o pretenda. Es por eso que nuestros oídos deben ser muy selectivos con lo que guardan.

Otra frase muy famosa que toca este tema es:

(Por cierto yo también me estoy enterando que no pertenece al Quijote, si quieren leer más sobre esto acá les dejo el link)

Siendo o no del libro de Miguel de Cervantes de lo que habla esta frase es de la respuesta del entorno a nuestro movimiento, al accionar habrá una reacción y no siempre será positiva pero eso no debe afectarnos, sobre todo por el factor envidia, el éxito de una persona no siempre será de alegría para todos, y las palabras del envidioso sobre una energía frágil puede hacer estragos.

De diversas formas se nos transmite el mensaje queda en nosotros la responsabilidad de aprender manejarlo, no ir por la vida sordo a todo pero saber filtrar la información necesaria y sobre todo la que nos alimenta.

Hasta acá el análisis de hoy, como siempre ha sido un placer escribir para ustedes.

Muchísimas gracias por leer

Sort:  

Me gustó, me lo leí completito por el título.

Gracias Vanessa! bienvenida :)

Hola! Muy buen post.
Estoy de acuerdo contigo en muchos puntos, no deberíamos vivir esperando la aprobación de todos, ya que somos diferente y como dicen algunas personas: "Cada cabeza es un mundo". Sin embargo la situación es bastante compleja. Por lo menos en el caso de los adolescentes, aunque algunas personas piensen que en esa etapa ellos solo quieren ser rebeldes y llevar la contraria, realmente la mayoría de las veces lo que buscan es ser aceptados por sus iguales... Si bien este deseo de ser aceptados va perdiendo fuerza a medida que nuestra personalidad se va concretando, que somos más selectivos y cuidadosos con nuestras relaciones interpersonales... siempre vamos a querer ser aceptados, aunque sea en algún ámbito de nuestra vida (laboral, amoroso, familiar, etc).
¿Y nuestras decisiones y la subjetividad?
Bueno, considero que nuestras decisiones no son totalmente nuestras, siempre vamos a estar influenciados por algo o alguien. Además, aunque las opiniones son subjetivas, nuestra subjetividad se construye no solo por nuestra experiencia, también toma en cuenta la subjetividad del otro.
Pero más allá de todo esto, me parece muy importante destacar que la aceptación y la aprobación que más nos debe importar es la de nosotros mismos. Cuando nos aceptamos, nos queremos y nos respetamos a nosotros mismos...es cuando la opinión de los demás pierde peso nuestras decisiones.

Asi es Virginia la voz que dicte nuestra decisiones debe venir de adentro así como nuestra responsabilidad y nuestro impulso para seguir mejorando. Saludos!

Me gustó mucho este post. A mi parecer lo mas sano para nuestra vida es no juzgar las opiniones o decisiones de los demás menos permitir que lo hagan con nosotros.

A veces estamos en esa situación donde no sabemos cual es el camino y ni nuestra intuición ni el amigo mas cercano nos convencen y es allí donde tenemos que aprender del camino que decidamos tomar así lo percibamos como el inadecuado...

La vida es un plan. A veces nos abre una puerta para equivocarnos y otras para decirnos: "Este es el camino, adelante..."

Saludos. Felicidades por tu post.

Gracias Fernando, pienso igual el miedo al error puede frenar muchas cosas maravillosas, y los errores también son maestros maravillosos. abrazo

Hola, tu post me ha hecho recordar la parábola del viejo, el asno y el niño. Cuando caminan todos juntos la gente critica que por qué no usan el asno, cuando se monta el viejo en el animal, dicen que por qué no montó al muchacho, cuando se sube el joven entonces critican que el pobre viejo a pie en vez de usar el burro, se bajan todos y dicen que son tontos por desperdiciar el animal, el cuento de nunca acabar, porque la gente siempre va a dar su opinión subjetiva en función de sus creencias. Muy buen post.
Saludos.

Exactamente! esa parábola explica muy bien también el punto, lo importante es seguir el camino sin detenerse a escuchar cada opinión que se recibe. Saludos!

Hola Mila, fue muy grato leerte. ¡Me encantó el post! Tienes muy buen contenido, gracias por compartir. :)