Sonreír es, en realidad, un regalo que nos hacemos a nosotros mismos. Reduce el estrés en gran manera y produce una sensación de seguridad y satisfacción. En cambio, poner mala cara tiene el efecto contrario.
Sonreír es, en realidad, un regalo que nos hacemos a nosotros mismos. Reduce el estrés en gran manera y produce una sensación de seguridad y satisfacción. En cambio, poner mala cara tiene el efecto contrario.