Muchas veces, esperamos que el destino, ponga enfrente de nosotros la solución.
Nos olvidamos de creer en nosotros, de esa fuerza que nos dice ¡Si puedo!, ante cada desafío o ante cada batalla.
Cuando estamos decididos o cuando estamos convencidos, tenemos el poder, nada detendrá lo que deseamos alcanzar.
Por ello cuando tengas miedo, saca tu espada de: fe, perseverancia, confianza, solidez, constancia
esa que te llevará a consolidar el sueño, de que todo lo propuesto lo conseguirás, sin importar las travesías que tengas que cruzar.