Desde La Fortaleza de San Carlos de la Cabaña de La Habana, se puede observar parte del extenso malecón que la rodea, lleno de historia, y de un sentimiento incalculable para cualquier persona, sea cubana o no, que decide visitarlo y sentirse a gusto contemplando la belleza que proporciona.
Cultura y pasión se mezclan en cada una de sus calles, en las cuales se respira la naturaleza de personas que saben divertirse, amar y disfrutar cada pedacito de esta ciudad tan bella...